Vicky Barrios
Iguala, Gro. Con una misa de acción de gracias encabezada por el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, y el acompañamiento de más de 20 sacerdotes, el párroco de la cuasi parroquia del Señor de Las Maravillas, Víctor Manuel Aguilar Gómez, celebró sus 40 años de sacerdocio. Este emotivo evento reunió a fieles y clérigos en una ceremonia cargada de fe y agradecimiento.
Los sacerdotes que acompañaron al párroco vinieron de diversas localidades, incluyendo Taxco, Chilpancingo, Tepecoa, Huitzuco, así como de las parroquias de Iguala. La presencia de tantos clérigos fue un testimonio del aprecio y respeto que Víctor Manuel Aguilar ha ganado a lo largo de su ministerio. Decenas de feligreses también se unieron a esta celebración, mostrando su apoyo y gratitud durante la misa y en la comida que se ofreció posteriormente en honor al párroco.
Víctor Manuel Aguilar es originario de Pilcaya. Desde su ordenación, ha servido en múltiples comunidades, dejando una huella imborrable en cada una de ellas. Comenzó su labor en San Juan Bautista en Chilpancingo, luego en la catedral de la capital, donde sirvió con devoción. Después, pasó siete años en San Francisco de Asís en Iguala, y desde hace más de un año, ha estado al frente de la parroquia del Señor de Las Maravillas. Su trayectoria es un reflejo de su dedicación y compromiso con la fe y su comunidad.

“Los feligreses se reunieron hoy para celebrar el sacerdocio de Cristo. Jesús hace partícipe de su sacerdocio a unos cuantos hombres que, después de la ordenación, actuamos in persona Christi, es decir, Cristo actúa a través de nosotros”, expresó emocionado el párroco Víctor Manuel durante la homilía. Sus palabras resonaron profundamente entre los asistentes, recordando la esencia y el propósito del sacerdocio.
Al finalizar la Eucaristía, el párroco Víctor Manuel recibió múltiples muestras de cariño y felicitaciones. El obispo José de Jesús González Hernández fue uno de los primeros en expresar su admiración y buenos deseos. Los sacerdotes asistentes también ofrecieron sus palabras de apoyo y reconocimiento. La feligresía católica, conmovida, se acercó para agradecer y bendecir a su párroco por sus 40 años de servicio y dedicación.
La celebración continuó con una comida donde los feligreses compartieron historias y anécdotas de los años de servicio de Víctor Manuel Aguilar. Fue un día que recordó y honró a un sacerdote que ha dedicado su vida al servicio de Dios y de su gente.