“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.”
Mateo 26:38
Por: José Eduardo Cruz Carbajal
Ciudad de México, Setp. 10.- Querido doliente: Sé que en este momento estás en un duelo, ya que esa persona, o esa situación que formaba parte de tu vida, ya no está contigo, la certeza del duelo es que duele, y cuando algo duele, lo peor que puedes hacer es fingir que todo está bien, ya que en lo más profundo de tu corazón sabes que no es así. Seguramente has escuchado muchas voces que se creen expertas en el tema del dolor, pero, ¿e digo un secreto? Ellos lo dicen por ignorancia, sus palabras son un reflejo de sus pensamientos, es decir, lo que te sugieren lo hacen a partir de pensar en cómo actuarían ellos si se encontraran en tu lugar, pero lo cierto es que nadie sabe cómo enfrentar el dolor, es más, me atrevo a decirte que nadie quiere vivir en dolor, ya que honestamente, no es agradable. El dolor por la pérdida simplemente llega, a veces anuncia su llegada, en otras, simplemente se presenta como el invitado no deseado.
Llora, llora mucho, llora hasta que no tengas fuerzas para llorar, suelta el dolor, no lo guardes, tus lágrimas son para brotar por tus ojos y rodar por tus mejillas. Escucharas a muchos que te dirán palabras vacías, palabras que, en lugar de confortar tu alma, se sentirán como bofetadas en tu rostro, seguramente las dirán con una buena intención, sin embargo, te aseguro que preferirás no escuchar nada, escúchalas, pero ignóralas, ya que solo tú sabes la profundidad y la intensidad de tu dolor. Pon atención a esto: No permitas que nadie te quite la libertad de vivir tu dolor, ya que la única manera de dejar atrás el dolor es pasando a través de él, no evadiéndolo, si no vives el dolor. Él te perseguirá hasta que lo enfrentes, es mejor que lo sientas aquí y ahora, a que lo llores para siempre y a escondidas y sin compañía en la soledad de tu habitación.
Tu corazón se siente despojado, pareciera como si te hubieran arrancado una parte de ti, muchas personas te dejaran solo, ya que no sabrán qué hacer con tu dolor, el dolor les asusta, así que creen que lo mejor será alejarse de ti, pero habrá otros que sabrán acompañarte, se portaran a la altura de tus circunstancias, ellos te escucharan sin asustarse, no te condenaran, te ayudaran de manera práctica en las cosas del día a día, su presencia en tu vida confortara tu alma, ellos comprenderán que estas en una transición, ya que tu vida antes de la pérdida era una, y ahora con la pérdida es otra, y adaptarse a la ausencia de algo o alguien importante llevara tiempo. Con estas líneas intento darte un mapa, intento prepararte para lo que sé que vas a encontrar en el camino del dolor, un camino que una vez iniciado es imposible dejar atrás. No sé cuándo el dolor se ira, pero lo que sí sé es que no siempre te sentirás igual. Pronto te enviare otra carta que te guiara por esta senda oscura. Te mando un abrazo, rogando a Dios que Su presencia conforte tu corazón. Con amor: Tu tanatólogo.
*José Eduardo Cruz Carbajal (Iguala, Guerrero) es psicólogo con estudios en tanatología. Contacto: psiceduardo15@gmail.com