Servicios AINI
Ciudad de México. La desaceleración que ha registrado la inflación general en el país no fue suficiente para que el Banco de México atenuara su política monetaria. Por segunda ocasión la Junta de Gobierno del organismo mantuvo, por unanimidad, en 11.25 por ciento su tasa de referencia, y advirtió que en ese nivel se mantendrá por “un periodo prolongado”, en medio de un panorama inflacionario “complicado e incierto”.
El organismo destacó que si bien, desde la pasada reunión de política monetaria —el 18 de mayo, cuando también se mantuvo la referencia en 11.25 por ciento—, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo; ambas se mantienen elevadas, al situarse en la primera quincena de junio en 5.18 por ciento y 6.91 por ciento, respectivamente.
Es evidente un proceso de desinflación ante la mitigación de diversas presiones, pero éstas siguen incidiendo en las expectativas de precios, explicó. En su comunicado, el banco central detalló que si bien los pronósticos para la inflación general se ajustaron marginalmente a la baja para algunos trimestres, los correspondientes al componente subyacente —que agrupa los insumos menos propensos a variar— permanecieron prácticamente sin cambio.
“El panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento, (…) será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, consignó el banco central sobre la decisión de su Junta de Gobierno.
“Con base en lo anterior y tomando en cuenta la postura monetaria ya alcanzada, la Junta de Gobierno, con la presencia de todos sus miembros, decidió por unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.25 por ciento. Con esta decisión la postura de política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3 por ciento dentro del horizonte de pronóstico”, que se espera alcanzar en el cuarto trimestre de 2024.
Los riesgos al alza en los pronósticos de inflación son la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; la depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional; las mayores presiones de costos; y en los precios de energéticos o agropecuarios.