Vicky Barrios
Iguala, Gro. El avistamiento de reptiles y anfibios, conocidos como herpetofauna, será cada vez más frecuente en zonas urbanas. Tal es el caso de una boa constrictor mexicana silvestre avistada cerca de algunas instituciones educativas, informó Fernando Flores Rodríguez, especialista en manejo de serpientes venenosas. Esto ocurre porque estas especies están siendo perturbadas y desplazadas de su hábitat natural.
El ejemplar observado se encuentra en su etapa adulta y, por sus características morfológicas, podría tratarse de una hembra. Es posible que, tras concluir su etapa reproductiva, que comienza con las lluvias y termina aproximadamente en noviembre, haya abandonado su nido. Esto sucede luego de que las crías nacen y las hembras buscan alimento y un nuevo refugio.
Estas especies no están abandonando voluntariamente su hábitat, ya que suelen vivir en terrenos baldíos, espacios despejados o canales cercanos, como en la zona donde se avistó esta serpiente. Sin embargo, la expansión de la mancha urbana está destruyendo su territorio y desplazándolas. En algunos casos, estas especies comienzan a acostumbrarse a los humanos, quienes, indirectamente, les proporcionan alimento.
La mayoría de estas serpientes no representa un peligro para la población. Suele salir a asolearse para regular su temperatura corporal y luego continuar su camino.
Es probable que este reptil habite la zona debido a la existencia de espacios con pastizales, como en la ex prepa 24, el CBTis o el antiguo canal de riego cercano. En estas áreas, el abandono y la generación de desechos favorecen la proliferación de ratas, palomas y aves, que son el alimento predilecto de estas víboras.
Otra posibilidad es que el ejemplar estuviera en cautiverio y se haya escapado, aunque Flores cree más plausible un desplazamiento natural.
Casos similares han ocurrido con cocodrilos, cuando las personas compran fauna exótica o silvestre, legal o ilegalmente, como mascotas. Al principio, los animales son pequeños y fáciles de mantener, pero al crecer y resultar difíciles de manejar, los liberan irresponsablemente en cuerpos de agua. Esto genera problemas, ya que las personas nativas de esas regiones no tienen experiencia para coexistir con dichas especies, lo que provoca psicosis entre la población.
El problema radica en la forma irresponsable de liberar estas especies. Flores destacó que quienes ya no deseen mantener fauna exótica o silvestre deben entregarla de forma voluntaria a instituciones como Semarnat, Semaren o Profepa, las cuales pueden ser contactadas a través de sus redes sociales para hacer la donación.
Finalmente, Fernando Flores, quien cuenta con diplomados en manejo de fauna silvestre y serpientes venenosas por International Wildlife Handler, subrayó la importancia de la contención segura de estas especies para evitar riesgos tanto a la población como a los captores. Comentó que, durante la captura de la boa, se observó cómo el animal intentó enrollarse en la mano del captor, una acción típica al cazar, que usualmente es seguida de una mordida. Aunque esto no ocurrió, existe el riesgo de transmisión de bacterias, como la salmonela, de las que estas serpientes pueden ser portadoras. Flores también mencionó que el Colegio de Biólogos del estado ofrece cursos gratuitos sobre el manejo de estas especies.
Por su parte, la directora de Protección Civil, Lucía Santana Román, informó que, a través del 911, se recibió el reporte de este caso. El personal de Protección Civil siguió el protocolo correspondiente para capturar la serpiente y posteriormente liberarla en un área despejada.