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Ciudad de México. Ante señales que se repiten de debilidad económica en Asia y en Europa, así como la decisión de Arabia Saudita, líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de prolongar los recortes de producción, el fortalecimiento general del dólar llevó al peso mexicano a una depreciación ante la divisa estadunidense de 1.55 por ciento, para cerrar este martes en 17.4299 unidades por dólar spot, lo que representó el nivel más alto desde el 5 de junio de este año.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), la moneda mexicana hiló cuatro sesiones consecutivas a la baja frente al dólar, en las que acumuló una caída de 4.0 por ciento, equivalente a 67 centavos. Dicha racha perdedora inició con la decisión de la Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y el banco central, de recortar el programa de coberturas cambiarias que estaba vigente desde el 2017, cuando se disparó la volatilidad, luego del triunfo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
El movimiento de depreciación del peso mexicano coincidió con el fortalecimiento general del dólar, que según su índice, DXY, que mide el comportamiento del dólar frente a una canasta de seis monedas internacionales, se apreció este martes 0.54 por ciento, a 104.755 unidades; toda vez que en cuatro sesiones se apreció 1.6 por ciento.
“El peso fuerte resta competitividad, complica las exportaciones, pero facilita las importaciones; reciben menos recursos las personas que reciben remesas y, en la parte de ingresos por turismo, gente viene a cambiar dólares, también recibe el país menos. Muchos sectores de la economía estarán más cómodos con un tipo de cambio en equilibrio”, consideró Juan Musi, analista y socio de Alpha Patrimonial.