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Estados Unidos. Donald Trump le pidió a un miembro del personal que borrara una grabación de las cámaras de vigilancia en su finca de Florida para tratar de obstruir la investigación federal sobre la posesión de documentos confidenciales, de acuerdo con un acta de acusación actualizada que fue desprecintada el jueves, la cual añade nuevos cargos contra el expresidente estadounidense e incorpora un tercer indiciado al caso.
El acta de acusación incluye nuevos cargos de obstrucción y retención deliberada de información de defensa nacional, lo que agrava el peligro legal para Trump mientras se cierne sobre él otra posible acusación en Washington por sus intentos de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Los cargos adicionales ponen de manifiesto el alcance de la investigación de un año sobre Trump que produjo cargos por primera vez el mes pasado en forma de un acta de acusación con 38 cargos contra el exmandatario y su asistente personal Walt Nauta.
Un portavoz de Trump afirmó que los nuevos cargos eran “nada más que un continuo intento desesperado y tambaleante” del gobierno del presidente Joe Biden “de acosar al presidente Trump y a aquellos que lo rodean”, y de influir la contienda presidencial de 2024.
Los documentos confidenciales en cuestión fueron llevados por Trump a su finca de Mar-a-Lago cuando abandonó la Casa Blanca en enero de 2021.
La acusación sustitutiva imputa a Trump un cargo adicional de retener deliberadamente información de defensa nacional relacionada con declaraciones del expresidente sobre planes militares de Estados Unidos para atacar otro país realizadas durante una entrevista en julio de 2021 en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey. La entrevista era para una autobiografía que estaba escribiendo su antiguo jefe de despacho Mark Meadows, quien en su libro posterior identificó a dicho país como Irán.
De acuerdo con el acta de acusación, Trump devolvió ese documento al gobierno federal el 17 de enero de 2022. Dicho documento estaba etiquetado como ultrasecreto y no aprobado para mostrarlo a ciudadanos extranjeros
Esto representa un cambio notable en el enfoque de la fiscalía en el caso de Trump, al acusarlo de retener un documento que, según alega, el expresidente sabía que era altamente delicado después de dejar el cargo, y no sólo por no devolverlo al gobierno cuando se le pidió.