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Bamako, Mali. El atentado suicida perpetrado este sábado contra el aeropuerto de Sevaré, en el centro de Mali, dejó un balance de diez civiles muertos y 61 heridos, así como 28 terroristas fallecidos, según el balance oficial ofrecido por el Gobierno de transición del país.
En un comunicado, el Gobierno maliense informó de este ataque, ocurrido pasadas las cinco de la madrugada con «vehículos kamikazes» que intentaron atacar el complejo aeroportuario.
Fuentes de las autoridades locales explicaron a EFE que en el ataque explotó un vehículo de unas diez toneladas cargado con explosivos cuando se disponía a entrar en el recinto del aeropuerto, cerca de un puesto de la Gendarmería.
La explosión del vehículo destruyó parte de los edificios aledaños, según las fuentes, que afirmaron que durante el ataque se escucharon tres fuertes detonaciones seguidas de intensos disparos.
Los heridos en el atentado fueron trasladados al hospital Somine Dolo de Sevaré, al que se desplazaron autoridades de la región, que hicieron un llamado a donar sangre.
El aeropuerto que se disponían a atacar los terroristas es utilizado tanto por la fuerza civil como por la militar, y también por la misión de la ONU en Mali, la Minusma.
Además de este ataque, el Gobierno maliense informa de que este sábado las Fuerzas Armadas destruyeron un santuario terrorista en Mourdiah y mataron a sesenta presuntos terroristas en Boni que planeaban ataques contra la población y los militares.
Los ataques coinciden con los días festivos del final del Ramadán, en los que los militares y gendarmes suelen coger tiempo libre para estar con sus familias.
Mali, con presencia de grupos yihadistas leales al Estado Islámico y a Al Qaeda, padece una gran inseguridad, con ataques terroristas semanales contra militares y civiles.
Lo gobierna una junta militar en el poder después de dos golpes de Estado, que no controla algunas zonas del este y norte del país, donde actúan estos grupos yihadistas y también las milicias tuareg.