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AstraZeneca, la empresa farmacéutica, admitió por primera vez ante el Tribunal Superior que su vacuna contra el Covid-19 podría causar trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS), en casos muy raros, como uno de sus efectos secundarios de coagulación de la sangre.
Esta admisión se produjo tras un procedimiento judicial en el que el gigante farmacéutico reconoció por primera vez la posible relación entre su vacuna y el riesgo de desarrollar TTS, una afección de la coagulación sanguínea potencialmente mortal.
AstraZeneca se enfrenta a una serie de demandas en Gran Bretaña, en la que se le exige la reparación del daño por los efectos adversos de las inoculaciones realizadas durante la pandemia de 2020. De acuerdo con el medio británico The Telegraph, las compensaciones podrían ascender a los 125 millones de dólares a favor de los demandantes.