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París, Francia. El rechazo contra la reforma de pensiones en Francia desató nuevos actos vandálicos como fuertes incendios frente a oficinas de gobierno y comisarías, así como saqueos y enfrentamientos con la policía en varias ciudades del país.


Los inconformes con el aumento de dos años para obtener una pensión aprovecharon la huelga de trabajadores de limpieza y prendieron fuego a la basura acumulada por casi una semana y contenedores y lanzaron morteros contra barricadas de seguridad e instalaciones de gobierno como el Ayuntamiento de Burdeos, actos que la policía catalogó como “procesiones salvajes”.


FUE INSUFICIENTE LA PRESENCIA DE LOS BOMBEROS
Se reportó también que la presencia de bomberos y equipos de seguridad, así como el apoyo de vecinos con baldes de agua, fue insuficiente para apagar las llamas pues los disidentes seguían provocando más incendios; en medio de estas acciones rompieron récords en regiones como en la capital, donde concentraron a 119 manifestantes para echar atrás la reforma que avaló en solitario el presidente la semana pasada, de acuerdo con datos del Ministerio del Interior.


A nivel nacional se reportó una participación de 1.08 millones de trabajadores, sindicalistas y transportistas, aunque el sector laboral aseveró que las cifras reales superan los tres millones.


GOBIERNO DE FRANCIA CONDENA LA VIOLENCIA DE MANIFESTANTES
Tras la octava jornada de protestas consecutiva desde que Macron aprobó la ley, el gobierno francés condenó la violencia, mientras que la policía confirmó que hay al menos 80 detenidos y ya contabilizan más de 100 uniformados heridos, algunos de ellos por quemaduras.


En tanto, los sindicatos advierten que continuarán las movilizaciones para revertir la polémica reforma y convocarán a una nueva megamovilización para el próximo 28 de marzo, cuando está prevista la visita del rey de Gran Bretaña, Carlos III.

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