Vicky Barrios
Iguala, Guerrero, Agosto 7.- “La Transfiguración nos invita a abrir los ojos del corazón al misterio de la luz de Dios presente en toda la historia de la salvación. Aunque pasemos en medio de tinieblas, vivamos como hijos de la luz», expresó el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, durante la homilía que ofició la noche del martes en la Parroquia de San Francisco de Asís.


La parroquia conmemoró 166 años de la solemne festividad en honor a Padre Jesús. Desde la medianoche del martes y la madrugada del miércoles, las hermandades de la iglesia y la feligresía se congregaron para cantarle las mañanitas. Por la tarde, se llevó a cabo una procesión con la imagen de Padre Jesús por las principales calles de la ciudad, acompañada de danzas regionales, una kermés, palo encebado, y, a las 8:00 de la noche, la quema del tradicional castillo, finalizando con los toritos.


Historia del tradicional arco


Una parte fundamental de la festividad de «Papá Chuy» es el arco de Xotol. Los hermanos Guadalupe, Eloína, Alfonso e Ignacio Barrios Madrigal son, desde hace 30 años, los herederos de esta tradición que inició Don Rey Barrios hace 79 años. Cada año, ellos elaboran el arco que adorna el acceso al templo de San Francisco de Asís durante la celebración de Padre Jesús.


La flor llamada Xotol se recolecta en los límites del estado de Puebla, ya que anteriormente podía encontrarse en regiones de Chilpancingo y Morelos, pero con el tiempo desapareció de esas zonas. Tras el corte, la flor es transportada en camionetas y llega a Iguala entre el 1.º y 2 de agosto. De inmediato se inicia el proceso de preparación, desmenuzando tanto el Xotol como el pino, que simula las hojas de la flor. Como pistilo, se coloca un foco en el centro de cada flor.


En la elaboración y armado del arco participan entre 15 y 20 personas provenientes de la comunidad de Tepochica, quienes no cobran por su trabajo. Sin embargo, los hermanos Barrios Madrigal cubren los viáticos y ofrecen tres comidas diarias a los ayudantes, a quienes previamente visitan para invitarlos nuevamente a participar. Además, les entregan una despensa a cada familia como muestra de agradecimiento.


El día 5 de agosto, en vísperas de la festividad, el arco ya armado se coloca a las 5 de la tarde en la puerta de acceso al templo. Al finalizar la colocación, se ofrece una comida de cochinita a todas las personas que participaron en la construcción o colaboraron de alguna manera.


Los hijos y nietos de la familia Barrios Madrigal también participan activamente en esta tradición. Varios de ellos han manifestado su intención de continuarla, pues más allá del costo que implica, lo hacen por devoción y agradecimiento hacia Padre Jesús.


Finalmente, los hermanos Alfonso e Ignacio hicieron un llamado a la ciudadanía para cuidar el arco, ya que es una obra artesanal que requiere muchos días de trabajo, y lamentablemente algunas personas arrancan las flores o se llevan los focos desde el primer día de su colocación.


Invitaron a la población a acudir el sábado 9 de agosto, alrededor del mediodía, para llevarse una flor, ya que ese día se retirará el arco. “Solo nos queda pedirle a Dios que nos preste vida para que el próximo año los cuatro hermanos podamos volver a colocar el arco”, expresaron con nostalgia los hermanos Barrios Madrigal.