Por: Leoncio Castrejón Salgado
La semana pasada 4 de diciembre, se conmemoró el décimo sexto aniversario luctuoso del profesor Othón Salazar Ramírez.
Othón Salazar Ramírez nace un día como hoy 17 de mayo, pero de 1924, en una de las poblaciones más apartadas y abandonadas en la Montaña alta de Guerrero: Alcozauca. Cumplió un siglo de su nacimiento. Desafortunadamente conforme pasan los años, cada vez son menos quienes lo recuerdan y le rinden tributo.
A sus 22 años, y por la cercanía geográfica y su precaria situación económica de sus padres, cursa el primer grado en la Normal de Oaxtepec, Oax. Ya para el segundo grado, lo cursa en Ayotzinapa.
Siendo la Escuela Nacional de Maestros donde cursa su tercer grado. Y con el ánimo de continuar su preparación académica, ingresa a la Normal Superior de la Ciudad de México en la que cursa su especialidad de cuatro años, en Ciencias Sociales para la enseñanza del civismo.
A sus 30 años (1954), se convierte en uno de los dirigentes de la primera huelga que enfrentó la Normal Superior en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
A finales de 1957 conforma, junto con otros luchadores del magisterio, el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM). Con la fuerza de convocatoria del MRM, se iniciaba la rebelión del magisterio genuino y valiente. Para el 30 de abril de 1958, encabeza la toma de las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Esa acción le costó que fuera encarcelado y acusado de disolución social y de conspirar a favor de la Unión Soviética. En el contexto de la lucha social, no se puede olvidar que ese año fue de lo más convulsionado políticamente ya que se dieron los movimientos de los ferrocarrileros, telegrafistas y petroleros.
Ya para 1960, el maestro Othón, participa en la huelga de la Escuela Nacional de Maestros, el movimiento es reprimido brutalmente y Othón es cesado de sus dos plazas como docente.
Al maestro Othón se le conoce por haber dirigido el movimiento por las reivindicaciones laborales y la democratización del sindicato de los profesores. En 1979, formó parte del grupo de diputados que obtuvieron la curul con las siglas del Partido Comunista. En 1980 fue candidato a gobernador de Guerrero por el Partido Comunista Mexicano (PC).
Presidente municipal de Alcozauca en el período (1987-1989) con las siglas del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Tan pronto terminó como alcalde regresa a la Cámara de Diputados en 1991 bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El 14 de junio del mismo año, recibe la medalla al “Mérito fraterno”.
El 14 de octubre de 1998, en congruencia con sus convicciones socialistas, renunció al PRD. Siendo presidente nacional del PRD Andrés Manuel López Obrador, el maestro Othón Salazar le envía una carta en la que señaló los motivos y razones de su determinación y decía: “… finalmente salí del PRD porque en sus filas no tenían cabida los ideales por los que he luchado toda mi vida, prevalece el espíritu electoralista, intereses particulares y de grupo, vacío de identidad ideológica son, entre otros, rasgos dominantes de la vida actual del PRD. Cada día más, las diferencias políticas entre PRD y PRI se van reduciendo a cuestiones de forma…”.
El maestro Othón, nunca recuperó sus plazas como maestro, de entre sus “compañeros” nadie dijo al respecto esta boca es mía… siempre vivió con la esperanza de que sus compañeros de partido se emprendiera la demanda que le permitirá recuperarse de lo que fue despojado brutalmente.
Finalmente, las enfermedades le mermaron su salud. Le llegó la hora de partir. Un 4 de diciembre al caer la noche, a sus 84 años, el corazón del maestro y amigo dejó de latir.
Vivió y murió como lo hacen los verdaderos revolucionarios: en un humilde hogar de Tlapa. Y lo que son las cosas, de la clase política de la izquierda, no lo acompañaron en su última morada. Aún de muerto les incomodaba, como sucedía en vida.
Quienes sí le acompañaron fueron sus amigos los tlapanecos, los amuzgos, los mixtecos, la gente de su pueblo natal, lo acompañaron pobladores de La Montaña y de cientos de comunidades que en vida recorrió el maestro Othón.
¡Al maestro siempre se le recordará por sus convicciones, por la lealtad a sus principios socialistas, por su congruencia con la vida misma, por su impecable honestidad y determinación de vivir y luchar siempre de pie y no de rodillas!
Al maestro Othón lo enterraron en el corazón de la Montaña. Su grandeza se impone en la montaña. La LXIII Legislatura guerrerense develó en el muro de honor del salón de sesiones “Primer Congreso de Anáhuac”, la inscripción en letras doradas del nombre del líder magisterial Othón Salazar Ramírez.
Mientras tanto… ¡Que tenga usted un excelente fin de semana…!