Por: Leoncio Castrejón Salgado

Ayer jueves 3 de abril, se conmemoró el 56 aniversario luctuoso del gran cantautor oaxaqueño Álvaro Carrillo Alarcón, partiendo por el camino sin retorno en un lamentable accidente automovilístico en lo que hoy es la Ciudad de México, un jueves 3 de abril de 1969.


El profesor Caritino Maldonado Pérez, gobernador electo por Guerrero, invitó a Álvaro Carrillo Alarcón a su toma de posesión el 1º de abril , ese día por la noche, Álvaro Carrillo amenizó impresionante verbena popular donde el gobernador convivió con la gente que abarrotó la Alameda Granados Maldonado, ubicada frente al legendario edificio docente de la Universidad Autónoma de Guerrero.


Al tercer día de su estancia en Chilpancingo de los Bravo, por la tarde, Álvaro Carrillo regresaba a la ciudad de México donde radicaba. Viajaba en su automóvil, con su familia, su esposa Ana María Inchástegui Guzmán, sus hijos menores de edad, Álvaro y Mario, de 7 y 5 años respectivamente. Desafortunadamente junto con su familia tuvieron un trágico accidente automovilístico donde Álvaro Carrillo perdió la vida de inmediato, su esposa al día siguiente. Sus hijos fueron hospitalizados por las lesiones. Fue a la altura del H. Colegio militar el lamentable accidente, ya estando en la Ciudad de México.

Ayer 3 de abril, se conmemó el 56 aniversario luctuoso de Álvaro Carrillo Alarcón, uno de los cantautores más importante de México. Creador de “Sabor a mí”, “El andariego”, “Amor mío”, “Luz de luna”, por citar algunas de sus más de 500 composiciones, de las cuales 300 fueron grabadas.

La noticia del fallecimiento de Álvaro causó consternación en el ámbito artístico y musical, ya que era muy estimado, querido y admirado. Al sepelio acudieron personalidades del medio como: Miguel Aceves Mejía, Pepe Jara, Lucho Gatica, entre otros más. En el acto, lo despidieron con canciones como “El andariego”, “Amor mío” y “Luz de luna”, por citar algunas.

Álvaro Carrillo Alarcón, nació un 2 de diciembre de 1921, en la ranchería de “El Aguacate”, perteneciente al municipio de Cacahuatepec, en la Costa Chica de Oaxaca, región que comparten los estados de Guerrero y Oaxaca. Es por este motivo que el mismo Álvaro Carrillo se consideraba como oaxaqueño por nacimiento e hijo de crianza de la Costa Chica de Guerrero.


El nivel básico, lo cursó en Cacahuatepec, posteriormente ingresó al internado Agrícola Indígena de San Pedro Amuzgos, Oaxaca. Sin embargo, esta escuela fue cerrada por un conflicto armado.
Con el propósito de poder continuar sus estudios, Álvaro Carrillo y sus compañeros ejercieron presión para ser admitidos en el Internado de Ayotzinapa, Guerrero (1936). Una vez concluidos sus estudios, Álvaro Carrillo decide ingresar a la legendaria Escuela Nacional de Agricultura (ENA), – generadora de agrónomos desde 1854 – en Chapingo, Estado de México, hoy conocida como Universidad Autónoma Chapingo (UACh). En la etapa que cursó la ENA, se regía por el sistema escolar militarizado.


Su afición, que después se convirtiera en vocación por la música, con frecuencia escapaba de la Escuela. Su pasión por la composición y la música, lo llevaron a darse de baja escolar por dos semestres. Finalmente se graduó como Ingeniero Agrónomo, en la especialidad de Irrigación, en 1945.


Álvaro fue un bohemio, un gran compositor de talla internacional. Un dato curios dice que fue tanto su amor por el plante que a una de sus hijas le puso el nombre de ENA, siglas de la Escuela Nacional de Agricultura. En lo musical dejó una canción titulada “Adiós a Chapingo” hoy en día es un verdadero himno para la institución.


En lo laboral, Álvaro se desempeñó en algunas dependencias gubernamentales por el perfil profesional. Sin embargo, a la par de su actividad profesional, él seguía componiendo canciones. Y vea estimado lector lo que son las cosas, la canción “Amor mío” se convirtió en un gran éxito que le hizo abandonar por completo su profesión de Ingeniero Agrónomo. Dedicándose por completo a la composición musical.


Autor y compositor de más de 500 canciones, 300 de ellas grabadas; entre las cuales destacan: “La mentira” (“Se te olvida”), “Sabor a mí”, “El andariego”, “Un poco más”, “Luz de luna”, “Sabrá Dios”, “Amor mío”, “Seguiré mi viaje”, “Cancionero”, “Como un lunar”, “La señal”, “Orgullo”, “Pinotepa”, “Te doy dos horas”, “Eso”, “Puedo fallar”, “Eso merece un trago”, “El bravero”, “Allá tú”, “El amuleto”, “Adiós a Chapingo” y muchas, muchas más…


A pesar de los años transcurridos, la obra de Álvaro Carrillo Alarcón continúa vigente…


Mientras tanto… ¡¡Que tenga usted, un excelente fin de semana!!

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