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Kiev, Ucrania. A 22 días de que inicie el invierno, aliados garantizaron total respaldo a Ucrania para reconstruir las instalaciones eléctricas destruidas por los rusos en los últimos dos meses, mientras ese país demanda sistemas defensivos para contener la ofensiva enemiga.
Estados Unidos, Alemania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ratificaron su apoyo al prometer equipo y recursos económicos para que los defensores recuperen por completo la red energética y así hacer frente a los embates del invasor, que en un par de meses lanzó siete oleadas contra infraestructura crítica, por lo que hasta 30 por ciento de las instalaciones quedaron golpeadas.
Debido al daño energético aún hay zonas rezagadas como Jerson que apenas recuperó 40 por ciento del servicio, según el gobernador Yaroslav Yanushevich, mientras los ocupantes enfocan sus armas ahora contra Sumi, donde dos mil 600 hogares se quedaron sin luz, según declaraciones del mando militar regional, Dmitro Zhivtski, a Ukrinform.
El primero en ofrecer una suma fue el gobierno de Joe Biden que alista un paquete de 53 millones de dólares para adquirir las piezas para rehabilitar dichas instalaciones como transformadores de alto voltaje y pararrayos, según declaraciones del secretario de Estado de EU, Antony Blinken. Éste adelantó que el apoyo energético también contempla a Moldavia, nación que se vio afectada, pues los misiles lanzados contra Ucrania, pues dañaron la conexión provocando apagones de su lado. Mientras que el gobierno alemán prometió suministrar vehículos no tripulados que podrían llegar antes de que termine el año.
Por separado, el secretario de la alianza estratégica Jens Stoltenberg, recalcó el apoyo a las fuerzas de Volodimir Zelenski por “el tiempo que sea necesario”, pues viven momentos muy duros. Durante una reunión con ministros de Exteriores en Bruselas dijo que lo que para ellos es dinero para los ucranianos es un signo de vida.
Incluso, reiteró que estos ataques, como los que “apagaron” por completo Jerson, representan crímenes de guerra, ya que el Kremlin apuesta por convertir este invierno en un arma de guerra, pues el ejército de Vladimir Putin busca aprovechar las condiciones climáticas —que alcanzarían hasta 20 grados centígrados bajo cero— para dejar sin luz ni agua ni calefacción a las tropas y civiles locales, como una estrategia para doblegarlos.