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Londres, Inglaterra. Alexandra Popp, una de las grandes estrellas de la Eurocopa, metió este miércoles a Alemania en la final del torneo con un doblete que doblegó a Francia (2-1) y que emplaza uno de los mejores partidos por el título posible para el domingo: Alemania, la ocho veces campeona, contra Inglaterra, anfitriona y gran favorita.
Las germanas, las más laureadas de la historia del torneo, no fallaron en un tenso partido contra Francia que se pudo haber decantado para cualquiera y que decidió la clínica Popp, infalible dentro del área. Dos toques suyos metieron a Alemania en la gran final de Wembley; un zurdazo en la primera parte lanzándose al verde y un cabezazo en los últimos minutos cuando más apretaba Francia.
Porque Alemania, que dominó más minutos y se adelantó en la primera parte, coqueteó con la eliminación ante una Francia físicamente más superior y con más oficio a la hora de presionar a la zaga germana.
Eso, después de unos primeros minutos con Alemania cómoda, con un paradón de Peyraud-Magnin a falta de Popp, y un par de penaltis que reclamaron las alemanas por empujones de Renard.
No fue hasta el minuto 40 cuando se abrió la lata, con un centro de Svenja Huth en el que Popp se adelantó Perisset para meter la pierna y fusilar a la portera gala.
Alemania, con la ventaja, estuvo poco expeditiva y se dejó empatar antes del descanso. En lugar de guardar la ropa, Alemania permitió que Francia, en un espacio de cinco minutos, se paseara por la frontal.
Y llegó el golazo de Diani. Un latigazo desde la medialuna que tocó en el palo y en la espalda de Frohms antes de entrar. Ese toque final fue el que dio el gol en propia puerta a la arquera en vez de a la atacante francesa, que aun así se marchó al túnel de vestuarios satisfecha.
Con el paso de los minutos, las francesas mejoraron y empezaron a ganar los duelos individuales y a llegar con facilidad. Se sucedieron las mejores ocasiones para ellas; Bacha a la media vuelta, con despeje con la cara de una defensa, Renard con un cabezazo abajo desbaratado por Frohms y Diani, con un tiro sin ángulo también tapado por la meta alemana, ahogaron a la selección teutona, que aguantó el tipo hasta el chispazo de Popp.
A 15 minutos del final, la delantera del Wolfsburg culminó un centro apareciendo desde atrás con uno de los mejores cabezazos del torneo. Su sexto gol de la competición, el que le empata con Beth Mead en la Bota de Oro, y el que mete a Alemania en su novena final de la Euro. Popp ha marcado en cinco partidos consecutivos, algo que no lograba un francés desde Michael Platini en 1984.
El domingo, en Wembley, llegará el reto final, superar a la anfitriona con 90.000 personas en el estadio; la mayoría de ellas inglesas.