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Estados Unidos. Senadores demócratas y republicanos dicen estar preocupados por la suerte que corren los niños migrantes no acompañados que llegan a Estados Unidos, donde pueden acabar en casas de “patrocinadores” sin garantías o explotados laboralmente en fábricas del país.
En una sesión del comité judicial los senadores examinaron las garantías de seguridad y el bienestar de los menores migrantes que cruzan solos la frontera.
Desde 2018 el Departamento de Trabajo ha registrado un aumento del 69 por ciento de niños empleados ilegalmente, algunos de ellos de tan solo 12 años.
Algunos de estos menores se despiertan antes del amanecer para ganarse la vida como jornaleros o trabajan de noche en mataderos, afirmó su colega demócrata Alex Padilla, quien asegura que esta explotación no ocurre en la sombra.
Padilla y el senador demócrata John Hickenlooper escribieron en abril pasado a decenas de ejecutivos de empresas estadounidenses para preguntarles si cumplían la legislación sobre trabajo infantil, y se encontraron con “respuestas bien escritas, cuidadosamente redactadas, pero sin mucha responsabilidad”.
Una de las testigos de la sesión, Terri Gerstein, del Centro para el Trabajo y una Economía Justa de Harvard Law School Brooklyn, pidió “responsabilizar a las corporaciones” porque cuando estos casos salen a la luz eluden la responsabilidad haciendo que recaiga en contratistas, subcontratistas y agencias de empleo.
También recomienda aumentar las penas y destinar más recursos al Departamento de Trabajo. Porque la División de Horas y Salarios hace cumplir las leyes de trabajo infantil, salario mínimo y otra serie de estatus con unos 800 investigadores que cubren alrededor de 165 millones de trabajadores.
FLEXIBILIZAN NORMAS
No es el único obstáculo. En los últimos años al menos diez estados propusieron proyectos de ley para flexibilizar las normas de trabajo infantil. Dos, Arkansas e Iowa, ya los aprobaron.
“Si más padres centroamericanos supieran la verdad de lo que vivirían sus hijos, muchos se lo pensarían antes de que languidecieran en manos de criminales violentos”, afirmó en la audiencia Anne Basham, fundadora del Grupo de Trabajo sobre la Trata de Personas, que alerta que también caen en las garras de la explotación sexual.
Para proteger a los que ya se encuentran en EU, Lorie Davidson, vicepresidenta del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados (LIRS), pidió “medidas de seguridad adicionales tanto antes como después de la entrega de niños no acompañados a un patrocinador”. Sobre todo visitas en persona y el acceso de los menores a asesoría legal para hacer frente a los procesos de expulsión migratoria.
La raíz de todo el problema es el “fallido sistema migratorio”, apuntó Padilla.
“Los niños que lograron llegar aquí se encuentran en posiciones desgarradoras, en las que probablemente no estarían si sus padres hubieran podido solicitar asilo legalmente con ellos como lo permiten nuestras leyes”, afirmó.