Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Septiembre 19.- Sin duda la realidad supera la ficción y aunque en clásicos del cine de ciencia ficción como ‘Frankenstein’ los cuerpos humanos regresan a la vida, atrapados entre el vivir y el morir, es posible que estos relatos, que parecen pura fantasía no estén tan alejados de la realidad.


Científicos quedaron sorprendidos cuando un nuevo estudio sugirió que en la biología moderna existe algo que se asemeja a este «tercer estado», y que, tras la muerte de un organismo, sus células pueden seguir funcionando de maneras inesperadas, permaneciendo activas durante esa transición.


De esta forma la ciencia está revelando una realidad que, hasta hace poco, solo conocíamos en la pantalla grande, pues, de acuerdo con biólogos, sorprendentemente después de la muerte del organismo, sus células adquieren nuevas capacidades que no poseían en vida.


Se realizaron más experimentos con células de animales muertos, incluidos humanos, muestran que pueden entrar al tercer estado, podrían «redefinir la muerte legal».


Este nuevo estudio en Fisiología dirigido por el profesor Peter Noble de la Universidad de Washington en Seattle y Alex Pozhitkov del Centro Médico Nacional City of Hope, Duarte, California sugiere que el surgimiento de nuevas formas de vida multicelulares a partir de las células de un organismo muerto introduce un “tercer estado” que está más allá de los límites tradicionales de la vida y la muerte.


“Ciertas células, cuando reciben nutrientes, oxígeno, bioelectricidad o señales bioquímicas, tienen la capacidad de transformarse en organismos multicelulares con nuevas funciones después de la muerte”, explicaron los expertos.


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Otro grupo de científicos descubrió que las células pulmonares humanas pueden autoensamblarse y formar organismos multicelulares en miniatura que pueden moverse, llamados “antrobots” capaces de repararse a sí mismas y a las células nerviosas lesionadas cercanas.

Hasta el momento no está claro cómo funcionan ciertas células en el tercer estado después de que un organismo muere, pero una posible explicación al estilo Frankenstein es un sistema oculto de «circuitos eléctricos» que reaniman las células.

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