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Estados Unidos, Agosto 14.- Tras la segunda entrega de líderes del narcotráfico a Estados Unidos, el analista en seguridad David Saucedo advierte que esto representará una concesión de parte del gobierno de México, que alimentará un “chantaje infinito” por parte de Donald Trump, que, para el país, no representará un golpe definitivo contra los cárteles que podrían fragmentarse en más células delincuenciales y seguir operando.


Saucedo consideró que esta entrega de criminales se hace sin que haya un acuerdo formal de por medio, lo que podría suponer una respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum a las amenazas arancelarias estadounidenses.

“En teoría, no se puede [expulsar a mexicanos así]. Ambos países se pusieron de acuerdo para violar el tratado de extradición que se firmó, que, en efecto, nunca fue ratificado por el Senado de los Estados Unidos», señaló el analista en entrevista para el programa Al mediodía con Javier Solórzano, espacio informativo de La Razón.


“Teníamos un especie de limbo, de vacío legal, pero para todos los efectos prácticos este tratado de extradición se había aplicado en ocasiones previas. Por ejemplo, en la extradición más famosa, que habría sido la de ‘El Chapo’ Guzmán, pero ambos países han hecho uso del tratado de extradición a contentillo, en ocasiones respetándolo y en ocasiones violándolo. No es la primera vez”, añadió.


Prevén más entregas de narcotraficantes a EU


Bajo esta dinámica entre México y Estados Unidos, David Saucedo prevé que esta no será la última entrega de narcotraficantes, sino que pronto se podría ver una tercera.


“Ganamos 90 días de gracia, pero intuyo que este no es el final. Todavía, de la lista inicial de 100 personajes, apenas vamos a la mitad. Habrá una tercera entrega y, seguramente, la sed de Donald Trump es insaciable en este tema y como México nunca le ha puesto un límite, un indicador crítico de éxito, pues esto es un chantaje al infinito”, opinó.


Saucedo apuntó que el traslado de estos 26 capos también representa un beneficio para la seguridad, aunque vaticinó que la situación podría derivar en una fragmentación de organizaciones criminales, que ocasionará la conformación de nuevas células que seguirán operando en el territorio mexicano, cómo ocurrió en la administración del expresidente Felipe Calderón.