Por: Álvaro Venegas Sánchez

La cuestión sindical quizás es uno de los temas sobre los que más haya escrito. Dada mi relación laboral con la SEP y participación en etapas de lucha al interior del sindicato, desde mucho antes del año 2000 lo he abordado con ánimo constructivo. Al momento recuerdo perfectamente algunos títulos que podrían confirmar mis “cuatro lectores”: ANMEB Y LIBERTAD SINDICAL, 26 de octubre de 1999; SNTE REFORMA Y CONGRUENCIA, 20 de enero 2004; CNTE y SNTE AHORA O NUNCA, 29 de enero del 2018 y ES LA HORA DE LA CNTE, 23 de septiembre del 2019.

En el de enero de 2018 destaqué la importancia de la unidad del magisterio para, aprovechando la coyuntura electoral el 1 de julio de ese año, votar en contra del candidato dispuesto a consolidar la reforma educativa de Peña Nieto y a favor del que ofrecía cancelarla por considerar que había sido hecha para humillar a los maestros. En el de septiembre del 2019, ponderé las palabras del AMLO en la conferencia matutina llevada a cabo en Mérida el día 20 de aquel mes, donde, recordando venir de la lucha social proyectó gran empatía con la disidencia magisterial. Con base en ello titulé mi comentario: ES LA HORA DE LA CNTE. Ahora bien, si a tres años las relaciones entre el presidente y la Coordinadora Nacional no son como en 2019, habría que analizar las circunstancias. De mi parte, creo haber escrito solamente lo que percibí.

Al respecto, el reportaje de Rodrigo Vera, revista Proceso de la semana pasada, da elementos para entender el acercamiento que ha venido logrando la dirigencia del SNTE con el presidente de la República y las causas y motivos del distanciamiento de la disidencia para con el Ejecutivo Federal. El reportero toma como base opiniones de Pedro Hernández, secretario general de la Sección 9 (democrática), y de Alberto Sánchez Cervantes, egresado de la Escuela Nacional de Maestros, licenciado en historia por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, con maestría en periodismo en la Escuela Carlos Septién García, y autor de “Maestros bajo control; el caso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”, un trabajo de investigación.

Según Pedro Hernández, el presidente “abruptamente suspendió el diálogo con nosotros a finales de 2020, argumentando que fue por l pandemia. Y lo entendimos. Sin embargo, a partir del 2021 el presidente dio un viraje político y ahora el actor privilegiado en Palacio Nacional es el SNTE, al que le promete incrementos salariales y otras cuestiones. De manera que hizo una recomposición en sus vinculaciones políticas”. El dirigente, sin embargo, reconoce que tuvieron con él 18 reuniones en dos años. Por supuesto, no fueron pocas. Incluso, “de esos diálogos se desprendieron reuniones de trabajo con funcionarios de distintas dependencias federales, como SEP, Gobernación, Hacienda, del Trabajo, ISSSTE, logrando avances en nuestras demandas”

En el aspecto educativo Pedro Hernández considera: “si bien la reforma al Artículo Tercero eliminó la evaluación al desempeño docente, la parte más punitiva de la anterior, resultó ser una reforma con avances parciales”; además, “debido a la suspensión de las mesas de diálogo en diciembre del 2020, quedaron demandas pendientes de solución”.

La versión en torno a la indisposición de AMLO para continuar sentándose a dialogar con la CNTE casi cada mes, para Sánchez Cervantes tiene otra explicación. La buena relación con el presidente fue enfriándose merced a declaraciones y hechos del conocimiento público. Destaca las críticas de la Sección 7 de Chiapas, contra las cuatro obras emblemáticas del actual gobierno: el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Corredor del Ismo y el Aeropuerto Felipe Ángeles, por considerarlas de corte neoliberal y lo acontecido el 27 de agosto de 2021, en Tuxtla Gutiérrez, cuando 300 maestros de la CNTE, impidieron el paso de la camioneta que conducía al presidente a su conferencia mañanera en las instalaciones de la VII Región Militar.

Retenido durante tres horas manteniéndose dentro del vehículo, el cual pintarrajearon, y gritándole: “Fue un error votar por Obrador” y “AMLO, decía, que todo cambiaría; mentira, mentira, es la misma porquería”. El presidente aguantó, pero declaró: “al magisterio lo hemos apoyado como nunca”. Finalmente respondió lanzando: “Ni FRENA ni la CNTE, detienen al presidente”. Para colmo, aparte de negarse a retornar a clases presenciales, el 10 de abril de este año, día de la consulta para revocación de mandato, la CNTE en manifiesto denunció promesas incumplidas y que “la propuesta educativa de la Cuarta Transformación, es más dañina que la de Peña Nieto”. Pues así, salvo una opinión interesada, no se puede.

Al SNTE, se le puede acusar de corporativo y colaboracionista con los distintos gobiernos; empero, su disposición a apoyar la política educativa actual es clara y público el reconocimiento de Alfonso Cepeda al presidente López Obrador, por los beneficios que ha recibido el sindicato en beneficio de cientos de miles trabajadores de la educación. Que sea la ciudadanía y el magisterio los que juzguen.

Iguala, Gro., agosto 29 de 2022.

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