88 años, 69 en el periodismo y el firme compromiso
Por: Teodoro Rentería Arróyave
A las siete de la mañana de un día como hoy, 30 de junio de hace 88 años, llegue a este hermoso mundo para el disfrute de una vida plena y también para enfrentar las calamidades y las tragedias, que no se pueden soslayar, que nos llegan en la cotidianidad del día a día; las que hemos enfrentado por la profesión que decidimos, el Periodismo que es nuestra pasión y razón de nuestra misma existencia, al respecto debo nuevamente insistir: los que tuvimos la terrible experiencia de la pandemia del COVID-19 y pudimos reportearla y aquí estamos, somos sobrevivientes porque atendimos las medidas dictadas y por el trabajo de los científicos, quienes en tiempo récord pudieron crear las vacunas que nos salvaron sin importar su procedencia y su nacionalidad.
Desde de la secundaria publicamos periódicos estudiantiles, después que desde el cuarto año de Primaria en la escuela oficial “Pedro María Anaya” de la colonia Portales del entonces Distrito Federal, nos invitara a integrarnos al Periódico Mural el maestro Ramón Teja Andrade, descubrimos nuestra vocación, máxime si tomamos en cuenta la admiración por el tío periodista pre revolucionario y reconocido poeta Fernando Celada Miranda, “El Cantor de los Obrero”, “El Cantor de Xochimilco” y el último romántico del Siglo XX
Su primo, mi padre doctor y también poeta Fortino Rentería Meneses, lo atendió hasta su fallecimiento. No conocimos al tío Fernando, murió en forma prematura por la vida de cárceles y demás penurias que afrontó, ocho años antes de mi nacimiento; el respeto y unción de la familia a tan noble y venerado personaje, me indujeron desde niño a conocer su legado literario poético y en prosa, me impactaron de tal manera que con mí padre, gran recopilador de su obra, difícil tarea porque la misma, en su gran mayoría, fue publicada en periódicos clandestinos, pudimos publicar en un solo volumen sus obras completas y colaboramos en los festejos por el Centenario de su nacimiento, que culminaron con la decisión de que sus restos fueran los primeros que reposaran en la Rotonda de los Personajes Ilustres de Xochimilco en el panteón de Xilotepec, de esa alcaldía.
Fuimos afortunados reporteros de policía de la primera redacción periodística de la radio en 1956, en la XEDF en aquel 970 del dial de AM; el más grande comunicador de México el licenciado, Álvaro “El Bachiller” Gálvez y Fuentes no honró en nombrarnos director periodístico y administrativo de su agencia, la primera en México, INFORMEX; primer director de noticiarios de la televisión mexicana en el Telesistema Mexicana, hoy TELEVISA; director fundador de la División Noticias del Núcleo Radio y de la Dirección de Noticiarios y Comunicación Humana de Grupo ACIR, y director fundador del Instituto Mexicano de la Radio, IMER.
Ahora presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional, Académico de Número y Director de Comunicación de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG.
En las luchas gremiales que también es mi pasión y compromiso nos hemos entregado, como se dice en cuerpo y alma, de ahí de nuestra autoría del libro: “Mi Vida Son Nuestras Batallas. Una historia de las irrestrictas luchas por las libertadas de prensa y expresión”, posterior a “Mi Vida Son Mis Amigos: una historia de los noticiarios en México” que narramos al colega Carlos Borbolla Mirando y a mi querida cónyuge, Silvia Villa Gómez.
Además de los reconocimientos que a lo largo de esta ya añeja brega en el periodismo, destaco los de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG, auspiciada por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, misma que en su Centenario por primera vez preside una mujer la jurisperita, doctora Eleonora Elizabeth Rembis Rubio, y el más reciente, “La Presea Defensores de la Libertad de Expresión”, que otorga anualmente a cuatro recipiendarios el Consejo Cívico Ciudadano de Morelos y la Asociación de Periodistas y Comunicadores de Morelos, APECOMOR.
En el acto al pie del Monumento a la Libertad de Prensa y Expresión que se yergue en la Ciudad de Cuernavaca y que es único en el mundo por el simbolismo en su arquitectura, se me quedó, como decimos los escribanos de las diarias cuartillas y en la intención en el aire en la difusión de las noticias y comentarios en los informativos radiofónico, televisivos y cibernaúticos, no ofrezco disculpas, sino pedir a mi familia, a mi esposa Silvia, amor de vida, a mis hijos, Teodoro, Gustavo y Meritxell, a las nietecitas y nietecitos: María José, María Fernanda, Gustavo y al “benjamín”, Arnau por los innumerables tiempos que les escamotee y les seguiré escamoteando para cumplir con el firme compromiso de servicio a la sociedad que, es la tarea fundamental y única del periodista.
Dedico esta entrega a todas y a todos los colegas, a las amigas y amigos y a la parentela toda por sus múltiples felicitaciones.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional, Académico de Número y Director de Comunicación de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y el portal: www.irradianoticias.com