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Ciudad de México. La reforma al Consejo de la Judicatura Federal no es viable, porque se carece de los elementos para poder realizar una reforma en donde se tengan representantes populares en lugar de juzgadores calificados, dijo la magistrada de Circuito Selina Haidé Avante Juárez.


Durante su participación en el foro «Diálogos Nacionales», moderado por la diputada federal Raquel Bonilla Herrera esta ciudad, agregó que lo que se necesita es fortalecer al «extraordinario Consejo de la Judicatura Federal, pues mientras no haya diálogo y solo descalificaciones no se trabajará para el pueblo».


En el foro participaron magistrados, jueces, académicos, abogados y líderes sociales que coincidieron en que el sistema de justicia federal puede mejorar con el hecho de que los justiciables cuenten con un adecuado acompañamiento legal que garantice el desarrollo de los expedientes y la justicia pronta y expedita.


El evento se realizó en plena calma y en él también hubo quienes señalaron que los jueces no liberan delincuentes, pues aseguran que siempre han actuado con total apego a la ley.


Incluso, manifestaron que las Fiscalías son las que han fallado en su función y dijeron que el hablar del Tribunal de Disciplina que se propone es tratar de evidenciar que mucho de lo construido en la disciplina judicial es funcional, sin dejar de reconocer que como todas las instituciones es perfectible y mejorable.


También expusieron inconvenientes para la creación de un Tribunal de Disciplina Judicial, como el hecho de partir de un proceso de elección popular para magistrados y magistradas que imperan tanto a nivel federal como estatal.


Reforma debe ser estructural, señala magistrada
Hortencia María Emilia Molina de la Puente, magistrada del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, señaló que el mayor poder que les ha sido otorgado representa mucha responsabilidad de ejercerlo en beneficio no solo de las mayorías, sino sobre todo de las minorías desventajadas.


También expuso que se requiere de una reforma del sistema de justicia en general, de forma estructural. Incluso, precisó que la tribuna no se debe utilizar para argumentar falazmente que los jueces liberan delincuentes.

«En primer lugar, en este país todas las personas tenemos presunción de inocencia y segundo, quienes no cumplen con sus obligaciones legales son las Fiscalías», manifestó.


También dijo que es importante garantizar un sistema democrático de división de poderes y que eso se debe porque «la idea de Gobierno subyace una estructura jerárquica y en este tipo de estructuras quien las encabeza suele detentar un cúmulo de poder y delegarlo en su subalternos, lo que se contrapone con la noción de independencia judicial que persigue asegurar la imparcialidad de cada persona juzgadora».


Instituciones son mejorables
La propuesta de crear un Tribunal de Disciplina es tratar de evidenciar que mucho de lo construido en la disciplina judicial es funcional, aunque se debe reconocer que, como todas las instituciones, es perfectible y mejorable, señaló María Gabriela Rolón Montaño, magistrada y Secretaria Ejecutiva de Disciplina del Consejo de la Judicatura Federal.


Abundó que no es cierto que no se investiga a jueces y magistrados, pues «si bien es verdad, muchas quejas se desechan y me consta porque actualmente soy Secretaria Ejecutiva de disciplina, a causa de varios factores».


Dijo que uno de ellos es la falsa creencia de que a través de la queja administrativa se puede modificar o revocar una decisión jurisdiccional.

Al respecto, explicó que el procedimiento disciplinario no puede tener ninguna influencia en el procedimiento jurisdiccional, pues percibe una finalidad de orden público, que es la regulación de la función jurisdiccional.

Otro factor consiste, según ella, en que la queja solo contienen argumentos genéricos, «como cuando el juez que resolvió con parcialidad y dicen que fue injusto al liberar un delincuente, pero no dan elementos específicos que nos pongan en evidencia alguna conducta jurídicamente reprochable».

También cuestionó a los presentes qué tan atractivo resulta por un abogado postulante llevar un procedimiento en donde su cliente no tendrá una ganancia o una ventaja procesal en los procedimientos jurisdiccionales y ella misma respondió, ante el silencio de quienes la escucharon: «la respuesta sería muy poca, pues qué interés tendría».

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