Por: Netza Albarrán

La situación del dengue en Teloloapan, ha puesto en evidencia una preocupante contradicción entre el gobierno local y el estatal. Mientras el alcalde, Homero Hurtado Flores, declara que hay 400 casos de dengue en el municipio, la secretaria de Salud estatal, Aidé Ibarez Castro, asegura que solo hay 24 casos confirmados. Esta disparidad no solo genera confusión entre la población, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de una colaboración efectiva entre los diferentes niveles de gobierno para enfrentar la crisis sanitaria de manera coherente y eficiente.


La principal preocupación aquí debería ser la salud y el bienestar de la gente, no el juego político. Cuando las autoridades locales y estatales emiten cifras contradictorias, se genera incertidumbre y desconfianza entre los ciudadanos. La población necesita tener información clara y precisa para tomar medidas adecuadas de prevención y tratamiento. La confusión sobre la gravedad de la situación podría llevar a un manejo inadecuado de la crisis, resultando en consecuencias más graves para la salud pública.


El dengue es una enfermedad que puede tener serias implicaciones si no se maneja adecuadamente. La falta de consenso y coordinación entre las autoridades solo agrava el problema. Es esencial que ambos niveles de gobierno dejen de lado sus diferencias políticas y trabajen juntos para implementar estrategias efectivas de prevención y control del dengue. Esto incluye no solo la atención médica a los casos confirmados, sino también campañas de concienciación y medidas preventivas, como la eliminación de criaderos de mosquitos.
La secretaria de Salud de Guerrero ha mencionado que se están llevando a cabo diversas acciones para combatir el dengue en Teloloapan, incluyendo nebulización, abatización, y campañas informativas para que la población mantenga sus espacios libres de posibles criaderos de mosquitos. Estas son medidas necesarias y positivas, pero su efectividad depende en gran medida de la confianza y cooperación de la comunidad. Si la población percibe que hay un desacuerdo fundamental entre sus líderes sobre la magnitud del problema, es menos probable que sigan las recomendaciones y participen activamente en las medidas preventivas.
En este contexto, la transparencia y la comunicación clara son esenciales. Las autoridades deben proporcionar información precisa y consistente sobre la situación del dengue y las medidas que se están tomando para controlarlo. Además, deben asegurar que los recursos disponibles se utilicen de la manera más efectiva posible para atender a los afectados y prevenir nuevos casos.
La lucha contra el dengue en Teloloapan y en cualquier otra región de la entidad requiere un enfoque coordinado y cooperativo. Los gobiernos locales y estatales deben trabajar juntos, compartiendo información y recursos, para proteger la salud de la población. La politización de la crisis solo sirve para dividir y debilitar la respuesta colectiva. Es hora de que las autoridades pongan a la gente en primer lugar y trabajen unidas para solucionar esta problemática de salud pública.

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