Por: Servicios AINI


Ciudad de México, Abril 27.- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó que el cambio climático y la sequía son don de los desafíos del ser humano para asegurar su sobrevivencia, debido a que hay un impacto directo en la agricultura en México por la falta de agua.

La investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Argelia Salinas Ontiveros, aseguró que el cambio climático ha profundizado los problemas de la agricultura a nivel mundial, en especial la inseguridad alimentaria en los países de menor desarrollo como México, donde los productores de granos básicos, principalmente de maíz, son altamente vulnerables a la sequía.

Por ello, dijo que los cambios de temperatura y la falta de lluvia no permitirán contar con alimentos y, por tanto, se profundizará la dependencia, ya existente, de esos insumos; de esta forma el análisis del suelo y del agua, dos recursos fundamentales para la producción de comestibles, adquiere cada vez mayor importancia.

Durante la conferencia “El impacto de la sequía en la seguridad alimentaria en México: situación actual y perspectivas”, explicó que la sequía en México se ha ido agudizando en los últimos años, lo que pone bajo riesgo la disponibilidad de víveres.

La investigadora mencionó que el sector agropecuario es un área económica que depende en gran medida de la temperatura y la precipitación pluvial, directamente relacionados con el aumento o disminución de la productividad.

Según las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, para 2050 se deberá abastecer de alimentos a una población de aproximadamente 2 mil 300 millones más de personas.

“Ello implicará aumento en la producción agrícola mundial de 70 por ciento, cifra que dudosamente se alcanzará si se efectúa bajo el esquema actual donde se obtiene a partir de formas de elaboración intensiva con uso excesivo de agroquímicos, comentó.

La economista destacó que estamos frente al surgimiento de nuevos problemas como aumento en las islas de calor; más inundaciones en las costas; mayor intensidad en las sequías, así como de tormentas tropicales y huracanes; además de campos de refugiados climáticos por el desastre que azota a todas las naciones.

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