Por: Francisco Lara Balderas

VUELAN los buitres (políticos) sobre Acapulco. Los grandes daños que dejó el huracán “Otis” en Acapulco no son culpa de ningún gobierno, ni del PAN, ni del PRI, ni de MC, es más ni siquiera de lo que queda del PRD. Se trató de un fenómeno natural fuera de lo normal, que ni los propios científicos se acaban de explicar cómo una tormenta tropical se convirtió en huracán categoría 5 en sólo 12 horas, desafiando a las más avanzadas tecnologías del mundo para detectar su capacidad destructora, aunque algunos ya lograron determinar que un factor es el cambio climático (el calentamiento global que tiene en estos momentos muy caliente a los océanos, lo cual se convierte en combustible puro para los huracanes). Sin embargo, como lo comentamos en el Tintero pasado, buitres políticos ya vuelan sobre el irreconocible puerto. Los nuevos buitres son Ramiro Solorio, quien ha andado en todos los partidos políticos y que este domingo anunció una marcha nacional de Acapulco a la Ciudad de México, porque, según él, los apoyos no llegan. Otro es el perredista Evodio Velázquez, que a fuerza quiere ser el candidato de la alianza Va por México a senador (a pesar de que no tiene las “canicas” suficientes) y que apareció al lado de un militante priista que se hizo pasar como damnificado del huracán para culpar de todo al presidente Andrés Manuel López Obrador. Y también apareció un tal Yoshio Ávila, morenista, ex promotor del exaspirante Adán Augusto López Hernández, y quien todos los días publica en sus redes sociales y en otros espacios pagados de medios de comunicación que regala agua, comida y demás víveres a los damnificados, pues quiere ser candidato a la presidencia municipal el próximo año. Los buitres políticos vuelvan y seguirán volando sobre los escombros de Acapulco, pues no les importa la tragedia, sino votos para ellos……. EN EL OTRO lado están los ciudadanos altruistas, como la familia López Adán de Iguala, que este domingo llevó comida a los damnificados de Acapulco sin hacer tanto alarde y sin perseguir ningún fin lucrativo. Simplemente por apoyar a los hermanos guerrerenses en desgracia. Algunos dirán “una comida no es nada”, sin embargo, no se trata de la cantidad, sino del hecho. Si todos hiciéramos lo mismo, los paisanos acapulqueños saldrían más rápido de la crisis. Empero, muchos sólo van a tomarse la foto (incluyendo compañeros periodistas, legisladores y empresarios que presumen tener mucho dinero) y no llevan ni una botella de agua……. UN DATO: Hace 125 años se inauguró el tren en Iguala. “De las crónicas publicadas en varios periódicos capitalinos: El Tiempo, El Popular, Two Republics y La Voz de México, hago la siguiente transcripción de este importante suceso: El 5 de noviembre de 1898 el Presidente Porfirio Díaz salió de la Ciudad de México a las 7:25 de la mañana. El Tren Presidencial, El Amarillo, lo integraban dos carros palacios del Gral. Díaz, el carro especial del Sr. Hampson, Presidente de la Compañía del Ferrocarril de Cuernavaca y el Pacífico; el carro comedor Lasna, otro de equipajes y un carro de tercera que llevaba víveres y provisiones. La primera escala fue en el poblado Tres Marías donde almorzaron. Llegando a Cuernavaca se integraron a la caravana los gobernadores de Morelos y Guerrero: Don Manuel Alarcón y Don Antonio Mercenario, quienes invitaron una comida a todos los asistentes. Al continuar el recorrido, Díaz conoció las nuevas estaciones y saludó a la gente que se aglomeraba a su paso: Mango, San Vicente, Puente de Ixtla, Santa Fe, Vista Hermosa (Buenavista), Los Amates, El Naranjo e Iguala. El viaje continuó hasta cerca de El Órgano, lugar situado en el paso llamado La Luna O Mextitlán, cercano a la comunidad de Cocula. El tren regresó a Iguala y llegó un poco antes de las siete de la noche. Los distinguidos visitantes fueron recibidos en la recta principal de la vía del tren por una valla de seiscientos jinetes. En las calles del centro de Iguala se apostaron centenares de personas para acompañar a la comitiva que se trasladó a la casa del señor Genaro Olea, donde fue la cena. Al término del evento, Díaz pernoctó en el carro presidencial. Su regreso a la capital fue al día siguiente por la mañana”…….. PUNTO.

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