Por: Eleidy Muñoz
En ningún otro lugar los locos tienen su día. En Iguala este día se conmemora dentro de la celebración del Día del santo patrono San Francisco de Asís y la edificación de la cuidad.
Es una festividad muy esperada por los igualtecos, ya que durante ese día se llevan a cabo diversas actividades y tradiciones que llenan las calles de alegría y color.
Desde muy temprano, la plaza principal se llena de puestos de comida, juegos mecánicos y música en vivo. Las calles son decoradas con globos y serpentinas, creando un ambiente festivo y alegre. Los habitantes se visten con trajes extravagantes y se pintan el rostro con colores llamativos, dando vida a personajes pintorescos y divertidos.

Uno de los momentos más esperados es el famoso «Desfile de los Locos» ahora “Desfile chusco”. Los participantes se disfrazan y corren por las calles de la ciudad, mientras la gente los anima y aplaude. Los disfraces son tan creativos y originales que es imposible no reírse al ver a un grupo de personas corriendo vestidos de payasos, superhéroes o animales.
Durante todo el día, se realizan también actividades culturales y religiosas en honor a San Francisco de Asís. Se llevan a cabo procesiones, donde los feligreses caminan por las calles portando imágenes del santo y cantando himnos religiosos. Además, se realizan misas y se bendicen a los animales, ya que San Francisco de Asís es considerado el patrono de los animales.
La comida es otro aspecto importante de esta celebración. Los puestos de comida ofrecen una variedad de platillos típicos de la región, como tamales, pozole y mole. Además, se preparan dulces tradicionales y se venden deliciosas nieves y raspados para combatir el calor.
El Día de los Locos es una tradición que ha perdurado por generaciones en Iguala. Es una muestra de la alegría y la creatividad de su gente, así como una forma de honrar a San Francisco de Asís. Sin duda, es una festividad única que no se puede dejar de vivir en esta encantadora ciudad.