Tos y Diarrea, ¿Benéficos? – Don Chimino

Por: J. David Flores Botello

TOS Y DIARREA, ¿BENÉFICOS?- Cuando los niños tienen tos, la mayoría de los padres quisieran que su pediatra le recetara algo para que ya no tosiera o tosiera menos, sin saber que la tos, es una bendición de Dios. ¿Por qué? Porque la tos es el mecanismo de defensa de nuestro organismo para arrojar lo que a la vía aérea le está afectando o irritando. Si alguien se atraganta o se está asfixiando por algo que se atoró en su vía aérea, mientras tosa se le debe considerar con posibilidades de arrojar lo que le está obstruyendo, pero, si deja de toser con fuerza, no respira adecuadamente, no puede hablar y no arroja el cuerpo extraño atorado, puede venir la asfixia y hasta un desenlace fatal si no se auxilia de inmediato con la maniobra de Heimlich, la cual consiste en hacer compresiones abdominales abrazando por la espalda al desfalleciente, se le coloca un puño en “la boca del estómago”, se cubre el puño con la otra mano y se impulsa firmemente hacia adentro y hacia arriba, tirando con ambos brazos hacia atrás y hacia arriba, con la intención de hacer lo que la tos hace por sí misma, arrojar lo que la obstruye. Igual pasa con el niño que tiene laringotraqueitis, bronquitis o asma, la tos le ayuda a expulsar las flemas. También, cuando un niño tiene diarrea, los padres quisieran que se les recetara un calmante para dicha diarrea, algo que la pare. Y justamente, es lo que no se debe hacer, por lo menos en niños. El uso de la loperamida, que disminuye la motilidad intestinal y por ende el número de evacuaciones, lejos de ayudar puede perjudicar y ser muy peligrosa. La diarreas virales, bacterianas y parasitarias permiten arrojar esos microbios que le están perjudicando y si se detiene artificialmente a la diarrea, puede haber un empeoramiento. En los casos de diarrea, hay que evitar la deshidratación usando suero oral y, sobre todo, identificar la causa de la misma a través de una adecuada exploración clínica y un examen en fresco de las heces fecales. Recuerde: más que pedir calmantes de tos o de diarrea, lo más importante es identificar la causa de estas.
DON CHIMINO.- Apenas ´bía hecho un chat de grupo entre yo, Beto y Pedro pa´ que juera secreto lo de su cáncer de Beto y él se puso a soltar la sopa ante todas las gentes que tábamos áhi, no solo los invitados al desayuno sospresa, que por la hora ya era comida, sino que hartos de los que taban comiendo en el bufete del restaurán paraban oreja cada vez más quietecitos y silencios pa´ no perder detalle. Conforme él hablaba, yo no sé si porque cada vez lo hacía más quedo y pausado o porque se taba poniendo interesante el asunto, pero, ya había gentes a nuestro ruedo, algunos ya se ´bían comido lo que tenían en sus platos y no iban por más con tal de enterarse de lo que Beto decía. Él, sin inmutarse, muy tranquilo, se sentó en su silla, a un lado de Norma, que tenía una cara entre de angustia y entre signo de interrogación. Con el micrófono pegado a la boca siguió diciendo:
–No es el dinero lo que debe importar en la vida, aunque es mejor tenerlo que carecer de él. Habrá pocos que les desagrade ser millonarios, sobre todo si se vive rodeado de pobreza e inseguridad, porque se convierten en un blanco o atractivo para la delincuencia y tienen que andarse cuidando siempre, o aquél cuya familia no solo se desintegra, sino que terminan como enemigos mortales peleando una herencia. Miren qué casualidad: vamos a cumplir 37 años de casados Norma y yo, como les había dicho, la piedra preciosa que representa ese aniversario de bodas es el alabastro y, lo más importante de ese logro, según los decires de quienes saben, son: reafirmar el amor, ratificar la confianza, administrar la prosperidad y es el momento para superar los obstáculos que la vida les ponga. ¿Por qué es un logro llegar al 37 aniversario? Creo que eso queda claro cuando vemos que entre 30 y 40 % de los matrimonios terminan en divorcio antes de los 30 años de casados, aunque en los países europeos llega a ser hasta del 70%. Norma y yo, pasamos por momentos muy difíciles, sobre todo porque compramos una casa a crédito, las devaluaciones estaban a la orden del día y los sueldos cada vez más pequeños. Llegó el momento en que quedamos en insolvencia de pagos por los intereses leoninos, nos embargaron nuestra única propiedad, nos metimos al Barzón y peleamos hasta el último. En ocasiones, nos privamos hasta de lo indispensable, hacíamos cuando mucho dos comidas al día, a veces solo salsa con tortilla comíamos con un poco de los frijoles que cada semana se cocinaban para darle a nuestro hijo Alberto que nunca le faltaron, le encantaba remojar en ellos sus tortillas, eso sí, a él sí le dábamos su caldito con pescuezo, patas y alitas de pollo, no nos alcanzaba para comprarle carne buena. Con las verduras no tuvimos problema pues ya sabíamos a dónde arrojaban su desperdicio los verduleros del mercado, íbamos y pepenábamos lo que ellos desechaban. Fue muy difícil superar ese momento, llegó a ser tal la frustración que tuvimos una que otra discusión, eso sí, sin faltarnos nunca el respeto, yo creo que por eso estamos aquí. Cuando se pierde el respeto y se insultan unos y otros, lo mejor es separarse para no lastimarse más y afectar menos a los hijos. Nos fletamos trabajando, logramos renegociar el crédito y salimos adelante, tanto que nos aventamos con mandar a Alberto a estudiar la high school a Laredo y así poder hacer carrera allá. Norma se fue con él para apoyarlo, fue entonces cuando empezamos el negocio de hacer chorizo hasta constituir una empacadora exitosa. La pandemia nos hizo reflexionar, llegó el momento en que ya no nos importó el dinero, quizá porque ya lo teníamos, pero, lo más importante fue nuestro matrimonio, ella para mí y yo para ella, ¿verdad amor?
–Norma asintió con la cabeza y se comenzó a morder las uñas esperando ver el por qué le estaba dando vueltas al asunto Beto y no decía algo que ella sospechaba era muy delicado. Beto se puso de pie, se quedó mirando al frente, como pensativo y siguió diciendo:
–Cuando supe lo de Norma mi vida cambió, nuestra vida cambió, la amenaza de un cáncer no es cualquier cosa, solo el que lo vive en carne propia puede opinar con certeza al respecto. Decía yo que guardaba un secreto que traté de que solo quedara entre Chimino, Pedro y yo, pero he decidido hablar. Norma estuvo yendo a consulta con especialistas en el hospital Santa Fe en Monterrey, ella y Coquis pasaban con los médicos, yo me quedaba afuera esperándolas. Hace 15 días, sin decirles nada, aproveché para solicitar consulta con un traumatólogo, vecino nuestro, porque me dolía la espalda baja. Me revisó, mandó radiografías y otros estudios, mi antígeno prostático salió de 62, siendo lo normal menos de 4. Me recomendó al Urólogo doctor Gumaro que me revisó y mandó a hacerme una biopsia prostática transrectal. Como habíamos planeado con Coquis y Pedro lo del desayuno sorpresa y además cerrar el contrato con la agencia porque nos iban a entregar el auto que fue su regalo para Norma, aproveché para ir al Centro de Imagenología Diagnóstica, primero me hicieron un ultrasonido abdominal y me programaron para hacerme la biopsia transrectal a la semana siguiente. Después de que pagué en la caja, mientras esperaba el reporte, se acercó una asistente de ahí, me dijo que no me cobrarían el estudio, que era una cortesía de la administradora y me dio una tarjeta de presentación donde venía el nombre de una compañera de la secundaria, Juanita, seguramente la recuerdan, ¿verdad Chimino?
–Muchos de los compañeros se voltearon a ver entre sí y hasta cuchichearon, yo asentí con la cabeza, le enseñé el dedo gordo p´arriba y le cerré el ojo, ¡claro que la recordé! Al oírlo, Norma abrió más los ojos, frunció el ceño mientras Beto siguió:
– Pedí pasar a su oficina para agradecerle el detalle, cuando supo que me harían la biopsia, que no había lugar para hacerla pronto y más porque se atravesaba en fin de semana largo, ella se encargó de pedirle al especialista que me hiciera un espacio para hacerme el estudio. Me lo hicieron hace unos días y el reporte lo tendrían para el lunes o martes, pero Juanita consiguió que fuera hoy. Cuando vio mi resultado consultó con otro patólogo pues el que hizo la interpretación de la biopsia fue uno joven que estaba de guardia. El diagnóstico que me entregó hace unos momentos fue de un cáncer de próstata avanzado, tan grave era el resultado que en ese momento me sentí desahuciado, fue entonces que decidí compartir mi problema con Chimino y Pedro con la promesa de no decirte nada a ti mi amor.
–Norma se puso pálida, lánguida y aturdida, como quien recibe un palazo en la tatema. Estuvo a punto de desmayarse, pero llegó Alberto a abrazarla y ambos volvieron a quedar expectantes viendo a Beto que seguía sin inmutarse, como diciéndoles que eso no era lo más importante y sorpresivo, sino que… ¡híjoles! ¡Ya me rete colgué! Áhi nos pa l´otra, graciotas.

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