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Bogotá, Colombia. En medio de una escalada de violencia generada por ataques de grupos armados irregulares, con saldo de al menos cuatro policías muertos, el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron hoy en Caracas el cuarto ciclo de las negociaciones de paz iniciadas en noviembre de 2022.


La continuación de las conversaciones entre las partes estuvo precedida de denuncias del fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, sobre el descubrimiento de un supuesto plan del ELN para atentar contra su vida, lo cual fue desmentido por la dirección de esta guerrilla y puesto en duda por analistas locales ante la fragilidad de las pruebas exhibidas por el alto funcionario.


Durante la instalación de cuarto ciclo, el jefe de la delegación de paz del grupo insurgente, Pablo Beltrán, destacó que la mesa de negociaciones ha dado un salto cualitativo luego de que la partes acordaron un alto al fuego bilateral, así como la puesta en marcha de mecanismos que garantizarán una amplia participación de la sociedad civil en la construcción de un acuerdo final.


“Las fuerzas del gobierno y del ELN son pocas para poner en marcha los cambios que necesita Colombia”, dijo Beltrán, subrayando que la Comisión de Participación ya tiene 100 integrantes, “representativos de muchos sectores de la sociedad”.


También intervino en la inauguración del nuevo período de conversaciones la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien subrayó que “la paz de Colombia significa también la paz para América Latina y el Caribe”.


A nombre del país anfitrión, Rodríguez instó a adoptar medidas de alivio humanitario para las comunidades impacatadas por el conflicto armado, calificando este propósito como algo “inaplazable y perentorio”