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Estados Unidos. Más de 80 millones de personas se despertaron ayer con advertencias oficiales o pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sureste de Estados Unidos, donde temperaturas implacables, y en algunos casos récord, como en Texas que alcanzan casi 50 grados, están azotando grandes áreas del país, mientras la canícula persiste en el hemisferio norte del planeta, en una nueva ilustración de los efectos del calentamiento global.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió sobre “una ola de calor generalizada y sofocante” en gran parte del oeste hasta el sureste, temperaturas que continuarán hasta la próxima semana y aumentan los riesgos para la salud de millones de habitantes.
“Se esperan temperaturas altas récord generalizadas, así como mínimos cálidos récord en partes del suroeste, a lo largo de la costa occidental del Golfo y en el sur de Florida”, declaró el NWS en un informe divulgado durante esta jornada.
En Houston, Texas, se ha pedido a los residentes que ahorren electricidad entre las 14 y las 22 horas del sábado al lunes, en un intento por mitigar la alta demanda debido al calor.
Las autoridades de Texas en el Parque Nacional Big Bend indicaron que las temperaturas superan los 43 grados diarios a lo largo del río Bravo –donde se registran cruces de miles de migrantes– y en las áreas desérticas.
La ciudad de Austin estableció un récord de 47 grados a finales del mes pasado, informó el diario St Louis Dispatch.
Mientras, los habitantes del sur de California, que vieron los termómetros alcanzar máximos de 41 a 43 grados antier, se enfrentan a un segundo día de temperaturas sofocantes. Se espera que el termómetro supere los 46 grados en algunas partes de ese estado, así como en los de Nevada y Arizona, de acuerdo con el NWS.