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Estados Unidos. Datos de tarjetas de crédito, documentos de identidad, servicios de ataques informáticos o seguidores por millar para Twitter, Instagram o LinkedIn son sólo ejemplos; la gama de mercancías y servicios que se ofertan en la red oscura (dark web) se despliega en gran parte sobre la venta de información, un negocio cuya rentabilidad también ha creado un mercado laboral con remuneraciones promedio hasta de 20 mil dólares mensuales.


Se estima que en 2023 los costos de los delitos cibernéticos alcancen 8 billones de dólares, entre daños y destrucción de información; robo de propiedad intelectual, de datos personales y financieros; malversación y fraude, entre otros.


“Si se midiera como un país, el delito cibernético sería la tercera economía más grande del mundo después de Estados Unidos y China”, compara Steve Morgan, fundador de Cybersecurity Ventures, plataforma de investigación sobre la economía cibernética.


Esa es una estimación de las pérdidas económicas vinculadas al sector “legal” por los delitos realizados a través de la red oscura –sitios web y mercados a través de los cuales el intercambio de información se presume anónimo y que no es accesible desde motores de búsqueda tradicionales como Google, Safari o Bing–; en plataformas comerciales de la misma también se pueden encontrar a la venta drogas, precursores químicos, armas, equipo de cómputo y arte.


Los datos son uno de los productos y servicios que se comercian al margen de la parte más superficial de Internet. De acuerdo con el Índice de precios de la red oscura 2023, elaborado por la plataforma Privacy Affairs, se pueden encontrar desde un servicio de malware “premium” para infectar mil equipos por un precio promedio de 4 mil 500 dólares, hasta las credenciales para tener Netflix por un año, a cambi
La adquisición de malware –programas maliciosos para dañar o explotar cualquier dispositivo, servicio o red– es el servicio más caro en los mercados de datos de la dark web, de acuerdo con el índice elaborado por Privacy Affairs para el primer trimestre de 2023; le sigue el costo promedio de los datos para iniciar sesión en una cuenta verificada del banco digital holandés ING, que asciende a 4 mil 255 dólares; o de una cuenta comercial de HSBC en Reino Unido, que llega a 4 mil 200 dólares.


Por 10 dólares hay ataques de una hora para un sitio web desprotegido; una cuenta Gmail hackeada a cambio de 60 dólares; bases de datos de 10 millones de direcciones de correo electrónico de Estados Unidos por 120 dólares; una green card falsa –la tarjeta de residencia estadunidense– por 450 dólares; el pasaporte maltés por 4 mil o el francés por 3 mil.


Mover esa “industria” de datos y desarrollo de software malicioso requiere de una mano obra que también se oferta y demanda en la dark web, un mercado laboral que llegó a un máximo de interacción en marzo de 2020 “posiblemente causado por una caída de ingresos relacionada con la pandemia que experimentó parte de la población”, exhibe Kaspersky. De enero de 2020 a junio de 2022, la empresa de seguridad informática encontró 200 mil anuncios publicados en 155 foros de la red oscura en los que se mencionaba empleo.