La conciencia por el medioambiente y el daño que como sociedad le causamos ha comenzado a materializarse en forma de normativas por parte de los gobiernos a nivel internacional y de propuestas más respetuosas en lo que respecta a las prácticas en las empresas, principales responsables del cambio climático. Si te dedicas al sector del transporte y buscas estrategias para la gestión de flotas verdes, en este artículo repasaremos cuáles son las más eficaces en la actualidad.
¿Cuáles son las mejores estrategias actuales para la gestión de flotas verdes?
La tecnología es la principal aliada a la hora de buscar estrategias que sean más sostenibles que las que venimos implementando en las últimas décadas. Cualquier sector tiene ya la oportunidad de apostar por opciones más respetuosas con el entorno. Estas, además, no solo supone una ventaja para el planeta, sino que también lo son para la propia gestión empresarial. Veamos algunos ejemplos de ello.
Dimensión y tipo de flota
La primera de las estrategias para la gestión de flotas verdes pasa por revisar el número de vehículos con los que se cuenta. Establecer el tamaño idóneo de estos permite la escalabilidad, al reducir o eliminar aquellos que son ineficientes y cuya tenencia no compensa con los beneficios o el coste que generan.
Otra propuesta es apostar por vehículos con un consumo de combustible por kilómetro más bajo o, si fuera viable, por alternativas a los combustibles fósiles. Así mismo, la reducción de la flota hace que disminuya también los costes operativos y de mantenimiento.
Gestión de GPS y análisis de datos
Hoy en día, se emplean los dispositivos que se basan en satélites para tener a los vehículos localizados en todo momento. Sin embargo, las posibilidades que ofrece este sistema van mucho más lejos. Cuando se conectan a un software de gestión en remoto, como GPSWOX, se permite el análisis de datos y la descarga de informes.
Las ventajas de dicho análisis son múltiples y van desde la identificación de patrones en la conducción que reducen la eficiencia hasta la detección de infracciones y pasando por el control del estado de los vehículos o la planificación de rutas, que reducen los tiempos, los costes y, por tanto, la contaminación y el gasto en combustible.
Optimización de rutas
El análisis específico de las rutas que se siguen y las posibles alternativas merece una mención en sí misma. El incremento del número de vehículos en las carreteras, la subida del precio del combustible o la mayor importancia que han adquirido los tiempos de entrega para los clientes hacen que elegir las rutas más eficientes sea una prioridad en la gestión de flotas verdes.
Con los informes mencionados y el análisis de patrones se puede conocer cuáles son las rutas con menos tráfico y las más atractivas en relación con la distancia. Pero también, gracias al seguimiento en tiempo real, se pueden tomar decisiones ante los imprevistos en las carreteras para mantener un nivel alto de eficiencia en los trayectos y así reducir la huella de carbono.
Mantenimiento predictivo
Una flota de vehículos supone un gasto elevado en lo que respecta al mantenimiento de los vehículos. Pero cuando se busca la gestión de flotas verdes, se pueden tomar medidas que reduzcan dicho coste.
Los software de gestión en remoto del GPS son capaces de identificar parámetros como la presión de los neumáticos, las fechas de las revisiones, las anomalías en el funcionamiento e incluso los niveles de los líquidos. Gracias a este control, se pueden hacer revisiones antes de que se produzcan averías, lo que reduce el desembolso en reparaciones e incrementa la vida útil de la flota.
Si quieres apostar por la gestión de flotas verdes, incorpora estas estrategias a tu empresa y reduce el impacto tanto en tu negocio como en el medioambiente.