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Ciudad del Vaticano. El Papa canceló todas las citas previstas en su agenda debido a un episodio de fiebre, según informó en un breve comunicado la oficina de prensa del Vaticano.
La agenda diaria, con las citas de Jorge Bergoglio, no fue difundida a los medios y poco después llegó la aclaración efectuada por el vocero vaticano Matteo Bruni. «A causa de un estado febril, el papa Francisco no mantuvo audiencias esta mañana», difundió.
Al mismo tiempo el cardenal Pietro Parolin, el secretario de Estado vaticano y el más estrecho colaborador del Papa confirmaron que «el Papa está cansado, ayer tuvo una jornada muy intensa, vio a mucha gente. Tuvo lugar el encuentro de Scholas Occurrentes, quiso saludarlos a todos. En un cierto momento la fuerza decae».
El jueves Bergoglio tuvo una jornada repleta de encuentros y, en uno de estos, en la entrevista a Telemundo, el Papa Francisco confió en que sentía dolor al caminar. «La rodilla se estaba acomodando», pero «hay días más dolorosos, como hoy», manifestó.
Más temprano, en el encuentro con los referentes del camino sinodal italiano, acortó los tiempos de la audiencia y abandonó el Aula Pablo Vi en silla de ruedas que había dejado de lado para moverse con el bastón. Se trataría, según dicen en el Vaticano, de un estado febril ligado solo al cansancio y mañana el Papa podría volver a estar ya «operativo».
Por el momento, la actividad papal suspendida fue solo la de hoy. De hecho, la oficina de prensa de la Santa Sede confirmó que el próximo lunes por la mañana el pontífice entregará el Premio Pablo VI al presidente de la República italiana, Sergio Mattarella.
Francisco fue ingresado a finales de marzo en el hospital Gemelli de Roma por «una pulmonía aguda», según explicó él durante el vuelo de regreso de su viaje a Hungría.
«Lo que he tenido es que me sentí mal después de la audiencia, no quise comer y me fui a dormir, pero no perdí el sentido, sólo tenía fiebre alta», explicó Francisco y agregó: «Pero el organismo ha reaccionado bien al tratamiento», agregó a los periodistas.
Durante su ingreso en el hospital, el Vaticano explicó que Francisco sufría una bronquitis de base infecciosa, por lo que se le aplicó un tratamiento de antibióticos en infusión, por vía intravenosa y desde el primer día hospitalizado su salud constató una «mejoría».