Por: José Eduardo Cruz Carbajal


Iguala, Guerrero, Abril 22.- Hola cariño, soy yo otra vez, la verdad es que no te he olvidado y nunca te olvidaré. Mi corazón herido no ha tenido consuelo, sigo cargando el enorme peso de la culpa, en verdad lamento mucho el haberte soltado, es un dolor con el que creo que viviré el resto de mi vida, sin saber si algún día podré perdonarme, o peor aún, sin saber si algún día tú podrás perdonarme.

¡Te extraño tanto! ¡Daría todo por tenerte de vuelta! Junto a ti viví la aventura del amor, me miraste de una forma en la que yo soy incapaz de mirarme, ¡Me amaste! Eso fue lo mejor de todo, me diste el regalo del amor. A pesar de ya no saber de ti, de no tener idea de dónde estás, te recuerdo con un gran cariño, te recuerdo con amor, porque tal como tú lo dijiste en un momento: “Todo fue muy lindo”, esa es la verdad, nuestro amor fue una gran aventura que vivirá por siempre en nuestro interior, de ello no me queda ninguna duda.

Por favor vuelve pronto, recuerda que me prometiste que volverías ya que no querías que yo estuviera solo, no te olvides de esa promesa por favor, recordar esas palabras tuyas ha sido una fuente de fortaleza y animo durante este tiempo sin ti, no hay día en que no te piense, no hay noche en la que no mencione tu nombre en la oscuridad, no hay día en que no me pese tu ausencia. Te sigo amado, esa es la verdad, y en todo este tiempo me he cuestionado si me amas tanto como yo te amo a ti. En mi corazón existe el consuelo de tu amor, de tu paso por mi vida, el cual me cambio para siempre.

Despertaste a ese chico romántico que cree en los finales felices, que cree que si existe el “vivieron juntos para siempre”, amándose, queriéndose, ayudándose, cuidándose, eligiéndose el uno al otro cada día. No es que no crea en la felicidad, desde luego que, si soy un fiel creyente de ella, sin embargo, sé que la felicidad no es una constante, ni tampoco es una meta la cual haya que alcanzar. La felicidad consiste en pequeños momentos, momentos que guardan una bella fotografía en la mente y en el corazón, momentos que nadie capturo en una fotografía real, porque de tan reales que fueron, nadie se acordó de capturarlos. Esa es mi realidad contigo, todo fue tan bello, tan hermoso, tan real que las únicas fotografías de nuestra historia están en mi memoria, atesoradas en lo profundo de mí ser, ya no caminas conmigo, pero vives en mí, tu bello recuerdo es lo que te da vida en mí. Siempre serás mi más dulce tesoro.

Referencias:

Pérez, G. (Gaby Pérez Islas). (20 de agosto de 2019). Cómo reactivar el amor. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=UMnys_K2OWM

*José Eduardo Cruz Carbajal (Iguala, Guerrero) es psicólogo y maestro en tanatología. Contacto: psiceduardo15@gmail.com

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