Por: José Eduardo Cruz Carbajal
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”
Salmos 90: 12
Iguala, Guerrero, Marzo 25.- No se vive por vivir, se vive para algo, todos tenemos una misión que cumplir, sin embargo, cuando no se tiene una visión clara sobre la vida que queremos tener, el cumplimiento de nuestras metas se vuelve inalcanzable, trayendo como consecuencia una vida vivida a medias y dejándonos un sentimiento de frustración que terminara en una tristeza profunda por no vivir la vida que queríamos vivir. La vida es una, cuando llega a su fin ya no hay marcha atrás, es por eso que es importante establecer un proyecto de vida el cual nos permita alcanzar metas a corto, mediano y largo plazo, asumiendo desde luego que lo único seguro además de saber que estamos vivos y que nos vamos a morir, es el cambio, y como la vida cambia, la ventaja del proyecto de vida se puede modificar, podemos reinventarnos cuantas veces sea necesario. A continuación, y de acuerdo con Pérez, (2021), te presento las ocho áreas que integran el proyecto de vida de cada uno de nosotros, pon atención a cada una de ellas, ya que, al reflexionar con detenimiento, descubrirás los aspectos de tu vida que has estado descuidando, aquellos que posiblemente has olvidado por completo, así como también aquellos que has utilizado como refugio para evadir a todos los demás:
Área familiar: Involucra todos los roles que cumples en tu familia, cómo eres como hijo, hermano, nieto, padre, abuelo, tío, sobrino, abuelo, suegro, etc. ¿Eres alguien cercano a los tuyos? Área social: ¿Tienes amigos? Si los tienes, ¿Qué tan seguido los ves?, ¿Compartes con ellos los logros de tu vida y a la vez ellos comparten los suyos contigo? Área intelectual: ¿Qué tan interesado estas en aprender algo nuevo? ¿Te actualizas de manera constante en lo que tiene que ver con tu ejercicio profesional? ¿Sientes que te estas quedando obsoleto? Área física: ¿Cómo cuidas tu cuerpo? ¿Haces ejercicio? ¿Acudes a un chequeo médico anualmente? Área de amor y sexo: ¿Tienes pareja? Si la tienes, ¿Qué tan afectuosos son entre ustedes? Desde luego que si tienes una vocación religiosa, sustituirás el amor y el sexo por un amor hacia Dios y un compromiso con Él, y si eres soltero… ¡Ocúpate en ser el tipo de pareja que quieres que llegue a tu vida! Área espiritual: ¿Tienes alguna convicción religiosa? ¿Las prácticas? Y si no la tienes, ¿Sabes el por qué haces lo que haces? Área laboral: ¿Tu trabajo te hace feliz? ¿Trabajas por placer o por necesidad? Área económica: ¿Gastas más de lo que ganas? ¿Las deudas te roban tu paz?
No te asustes, no hay vidas perfectas, pero cada día es una oportunidad para ser nuestra mejor versión, al revisar cuidadosamente todas las áreas de nuestra vida podemos darnos cuenta de cómo hemos estado caminando, enmendar el camino si es necesario, e ir con precaución ante las señales de alerta que el camino nos está poniendo. El punto es siempre dirigir tu barco, no dejar que tu barco te dirija a ti.
Referencias: Pérez, G. (2021). Cómo curar un corazón roto. México: Diana.
*José Eduardo Cruz Carbajal (Iguala, Guerrero) es psicólogo y maestro en tanatología. Contacto: psiceduardo15@gmail.com