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Estados Unidos. El presidente Joe Biden dijo este miércoles que Estados Unidos tiene la «obligación moral» de regular más estrictamente las armas de fuego y que debería «sentirse culpable» por no haberlo hecho, en momentos que se cumplen diez años de la matanza en el colegio de Sandy Hook (Connecticut).


«Tenemos la obligación moral de aprobar y hacer cumplir leyes que puedan evitar que estas cosas se repitan», dijo el presidente en un comunicado. «Deberíamos sentir una culpa social por tardar demasiado tiempo en lidiar con este problema», añadió, para luego precisar que él no se ha quedado con los brazos cruzados.


En ese sentido, recordó que aprobó una ley para impedir a personas potencialmente peligrosas comprar armas y que dictó decretos sobre las llamadas ‘pistolas fantasma’, es decir aquellas que se pueden fabricar en casa con impresoras 3D.


«Estoy decidido a prohibir los rifles de asalto y los cargadores de gran capacidad», afirmó el mandatario. «Hace pocos meses, firmé la ley bipartidista sobre Comunidades más Seguras. Hemos controlado las llamadas pistolas fantasma que no tienen números de serie y sin más difíciles de localizar.

Hemos actuado contra el tráfico de armas y hemos aumentado los recursos para la prevención de la violencia», sostuvo y reconoce «hay que hacer más».


Joe Biden lleva tiempo prometiendo que restablecerá la prohibición de los rifles de asalto, el arma utilizada por el asesino en la tragedia de Sandy Hook. Pero la oposición republicana y el poderoso lobby de las armas, la NRA, se oponen a reimponer la prohibición que estuvo en vigor entre 1994 y 2004 porque consideran que viola la Constitución estadunidense.


«Estoy decidido a prohibir las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad como los usados en Sandy Hook y en innumerables tiroteos masivos en Estados Unidos. Es suficiente. Nuestra obligación está clara. Debemos eliminar estas armas, que no tienen otro propósito que matar gente en grandes cantidades», explicó Biden.

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