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Sao Paulo, Brasil. Este martes, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien permaneció en silencio por dos semanas, impugnó las elecciones del mes pasado en las que perdió ante su rival izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, según un documento presentado ante el Tribunal Electoral Federal (TSE) del país, en busca de una «verificación extraordinaria» de los resultados.


Es poco probable que el requerimiento de Bolsonaro, informado primero por CNN Brasil, llegue lejos, ya que la victoria de Lula fue ratificada por el TSE y reconocida por los principales políticos de Brasil y aliados internacionales, incluido Estados Unidos.


Sin embargo, esto podría alimentar un movimiento de protesta pequeño pero comprometido que hasta ahora se ha negado a aceptar el resultado.


Según CNN Brasil, el documento afirma que hubo «inconformidades irreparables» en las máquinas de votación con el potencial de «manchar» la elección que resultó en la victoria del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, informó CNN Brasil.


El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, respondió de inmediato a la demanda del PL y dijo que solo puede ser analizada si también se presentan dudas sobre la primera vuelta, realizada cuatro semanas antes.


En esa primera vuelta también se celebraron las legislativas, en las que el PL obtuvo 99 diputados, que le darán la primera minoría en la Cámara baja a partir del año próximo.


El presidente del PL, Valdemar Costa Neto, en una declaración ambigua, aclaró que el informe en que se apoya la demanda no representa la opinión del partido, pero consideró que debe ser analizada a fin de fortalecer la democracia.


Sin embargo, De Moraes aclaró que las urnas puestas bajo sospecha se usaron en ambas rondas, por lo que instó al PL a cuestionar también el resultado de la primera vuelta en un plazo de 24 hora.

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