Por: Quadratín
El presidente de la República Andrés Manuel López Obrador aseguró que le rebelión en la Fiscalía General de la República (FGR) se originó porque infiltrados no querían que se detuviera al exprocurador Jesús Murillo Karam por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, López Obrador dijo que ahora, el segundo paso de estos infiltrados es apuntar a que las pruebas no son sólidas y que las capturas de pantalla entre presuntos criminales de Guerreros Unidos son un invento.
“Lo que querían era que, por ejemplo, para hablar con claridad, no se detuviera al procurador Murillo Karam. Entonces, ahora, el segundo paso de estos infiltrados o sorprendidos, o considerados no tomados en cuenta o estrictos defensores del debido proceso, porque hubo alguien que me dijo ‘es que si se hubiera esperando un mes hubiese sido impecable’. Sí nos esperamos un mes no detenemos a nadie, como muchos, porque ellos mismos se iban a encargar de informarles”, dijo.
Al ser cuestionado sobre si será detenido el exprocurador de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera por el caso Ayotzinapa, el Presidente remarcó que aún faltan ordenes de aprehensión.
“Pensaban que no haríamos nada y se sentían seguros los que habían participado, ya sea en la primera etapa que fue la desaparición y los que participaron en la segunda etapa de la del encubrimiento de lo sucedido. Había como un pacto de silencio y poco a poco se fue avanzando y cuando no lo esperaban llegó un informe a mi escritorio de Alejandro Encinas y lo leí, y le dije ya vamos a actuar”, apuntó.
Asimismo dijo que el Ejército “está actuando bien”, porque están detenidos los militares involucrados en el caso, e insistió que fue un error el no haber aclarado desde el principio sobre la actuación de algunos soldados.