El ejército de Corea del Norte lanzó 23 misiles en un día, con lo que las recientes pruebas del régimen de Kim Jong-un se convierten en las mayores en el clima de tensión que mantiene con Corea del Sur.
Reportes del Estado Mayor Conjunto surcoreano detallan que los hechos comenzaron durante la madrugada (hora de Corea), cuando se detectaron los primeros movimientos, de acuerdo con la agencia Yonhap.
Según las fuerzas de Seúl, en el primer ejercicio de supuesta advertencia los adversarios dispararon cuatros proyectiles y tras dos horas lanzaron tres más.
Ante esta situación las fuerzas del gobierno de Yoon Suk-yeol advirtieron que ningún acto de provocación los amedrentará, por lo que respondieron con un número similar de misiles al denunciar que uno de los disparos cayó a menos de 30 kilómetros de distancia de su frontera.
Esto representa la mayor aproximación de ese gobierno en su contra desde la guerra de Corea al puntualizar que éste “marca la primera vez desde la división de la península que aterriza cerca de nuestras aguas territoriales al sur”.
Y aunque se creía que la situación iba a la baja, tras horas sin nuevos movimientos, los soldados de Jong-un arreciaron la intimidación con el mayor número, al lanzar 10 en una misma prueba, mismos que cayeron frente a ambas costas de la región.
Nuevamente hubo una pausa, hasta que unas siete horas después arrojaron seis más en menos de una hora; mientras que medios locales reportaron que también hubo pruebas de artillería.
Tras la escalada, después de semanas de actos de intimidación, Corea del Sur y Estados Unidos calificaron estas acciones del ejército de Pyongyang como “intolerables” e “imprudentes”, aunque no anticipan otra respuesta, luego de ejercicios en conjunto en la zona.