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Glasgow, Escocia, La selección de Escocia firmó una noche histórica en el Hampden Park al derrotar 4-2 a Dinamarca en un cierre dramático de la eliminatoria europea rumbo al Mundial 2026. El equipo dirigido por Steve Clarke no solo consiguió una victoria vibrante ante un rival directo, sino que además se quedó con el liderato del Grupo C con 13 puntos, superando a los daneses, que terminaron con 11 unidades y deberán jugar el repechaje.


El encuentro tuvo tintes emotivos, cambios abruptos y un final cargado de intensidad. Desde el arranque, Escocia mostró determinación, tomando ventaja apenas al minuto 3 gracias a Scott McTominay. Sin embargo, Dinamarca respondió con insistencia y mantuvo a la zaga local bajo presión durante largos tramos del duelo.


UNA SEGUNDA MITAD LLENA DE VOLTERETAS Y EMOCIÓN
Tras irse al descanso con ventaja mínima, Escocia vio cómo el partido cambiaba de rumbo al inicio del complemento. Un penal confirmado por el VAR permitió a Rasmus Højlund igualar el marcador al minuto 57, abriendo un lapso de dominio danés que puso contra las cuerdas a los anfitriones.


Pero la reacción escocesa llegaría con fuerza en los minutos finales. Lawrence Shankland devolvió la ventaja al 78’ tras una jugada a balón parado, aunque Patrick Dorgu volvió a empatar apenas tres minutos después. El dramatismo estaba servido.


Fue hasta el tiempo añadido cuando Escocia mostró su carácter. Kieran Tierney, con un potente disparo raso desde fuera del área al 90+3’, recuperó la ventaja en medio del delirio local. Y ya en el 90+8’, Kenny McLean firmó el 4-2 definitivo con un zurdazo desde más de 30 metros que selló la clasificación.


HACIA EL MUNDIAL Y CON EL IMPULSO DE UNA GENERACIÓN
El triunfo no solo significó el boleto directo al Mundial de Norteamérica 2026, sino una confirmación del buen momento que vive Escocia, un equipo que no asistía a una Copa del Mundo desde Francia 1998, donde fue eliminado en fase de grupos.


Dinamarca, pese a su esfuerzo, deberá conformarse con el segundo lugar y buscar su pase a través del repechaje, un escenario inesperado para una selección acostumbrada a ser protagonista en el continente.

La noche en Glasgow quedará como una de las más emocionantes de esta eliminatoria: goles en los últimos minutos, polémica arbitral y una afición entregada que celebró la clasificación con una intensidad pocas veces vista en Hampden Park.