Servicios AINI
Ciudad de México, Noviembre 10.- Una nueva investigación publicada en la revista Science Advances sugiere que Encélado, una de las lunas heladas de Saturno, podría tener un océano subterráneo estable y adecuado para la vida.
Este hallazgo representa un avance crucial en la búsqueda de entornos habitables dentro del sistema solar.
Calor bajo el hielo: la clave de un océano estable
El estudio, liderado por la doctora Georgina Miles del Southwest Research Institute y la doctora Carly Howett de la Universidad de Oxford, analizó datos obtenidos por la nave espacial Cassini de la NASA, que orbitó Saturno entre 2004 y 2017.
Al comparar las mediciones térmicas del polo norte de Encélado durante el invierno saturniano de 2005 y el verano de 2015, los científicos descubrieron que la región era siete grados Celsius más cálida de lo esperado, una diferencia que solo puede explicarse por un flujo de calor interno.
El estudio estima que la luna emite 54 gigavatios de energía en total, resultado de la combinación de las emisiones de calor en ambos polos.
“Entender cuánto calor está perdiendo Encélado a nivel global es crucial para saber si puede albergar vida”, explicó Howett.
Este balance térmico, generado por la fricción gravitacional con Saturno, sugiere que el océano bajo el hielo —de entre 20 y 23 kilómetros de espesor— podría permanecer líquido durante cientos de millones, o incluso miles de millones, de años.
Ingredientes esenciales para la vida
Los resultados fortalecen la hipótesis de que Encélado podría ser un entorno habitable. Investigaciones recientes ya habían identificado moléculas orgánicas complejas, fósforo e hidrocarburos en los penachos de vapor que brotan del polo sur de la luna.
En octubre de 2025, un equipo de la Universidad de Washington detectó alquenos y compuestos éter en los granos de hielo expulsados al espacio, moléculas que en la Tierra participan en procesos biológicos clave.
“Parece que Encélado tiene todos los ingredientes para la vida tal como la conocemos”, afirmó el investigador Fabian Klenner.
Además, se han encontrado evidencias de fuentes hidrotermales en el fondo oceánico, similares a las que existen en la Tierra y donde se cree que pudo originarse la vida.
Estas fuentes permitirían la interacción del agua con las rocas del núcleo, creando un entorno químicamente activo y estable.
Futuras misiones para confirmar la hipótesis
La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que Encélado será el objetivo principal de su próxima misión de clase grande, denominada L4, con lanzamiento previsto para principios de la década de 2040.
La nave incluirá un orbitador y, potencialmente, un módulo de aterrizaje para analizar directamente los penachos de hielo y buscar indicios biológicos.
Mientras tanto, la misión Europa Clipper de la NASA, lanzada en octubre de 2024, estudiará una luna similar de Júpiter cuando llegue en 2030. Ambas misiones ayudarán a entender cómo los océanos ocultos pueden sostener vida en entornos extremos.
“Por primera vez, podemos afirmar con confianza que Encélado se encuentra en una condición estable, lo cual tiene implicaciones significativas para su potencial de albergar vida”, concluyó Howett.
