Fernando Polanco Ochoa
Chilpancingo, Gro., La Secretaría de Seguridad Pública estatal negó el resguardo especial de seguridad que solicitaron tres presidentes municipales, quienes consideraron que su vida e integridad se encuentra comprometida.


Luego del asesinato del alcalde de Urupan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, a quien presuntamente el gobierno de la República le negó el envío de fuerzas federales que solicitó, en Guerrero estaría pasando por una situación similar.


De acuerdo con la diputada María del Pilar Vadillo Ruiz, presidenta de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso local, tres alcaldes, uno de ellos de la región Costa Chica, le pidieron intervenir para que les asignaran seguridad.


En conferencia de prensa, ventiló que la petición fue planteada al extitular de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, Josué Barrón Sevilla, quien respondió que uno de los tres alcaldes solicitantes ya tenía tres policías asignados.


“Le dije que estaba requiriendo el alcalde, que sentía amenazada su vida, que había evidencias, y dijo: ‘bueno, tienes tres elementos asignados’. Sí -respondió la diputada- está pidiendo que le refuercen, y me dijo: ‘no puede ser, porque todos los alcaldes van a pedir lo mismo y, entonces, con qué elementos damos los resultados que demandan’. Le contesté que él tenía particularmente señalaba la posibilidad de riesgo sobre su persona (del alcalde de referencia)”.


A la diputada se le pidió precisar quiénes son esos tres presidentes municipales, pero esquivó: “no les quiero poner el dedo (sic), pero uno de ellos es de la Costa Chica”.


También se negó a profundizar sobre ese asunto, porque “cuando hablamos con tanta particularidad, dicen que estamos politizando el tema; déjenme que lo deje de ese tamaño, porque es verdad lo que les estoy diciendo”.


-Entonces no procedieron esas solicitudes?
-“No, no se les asignó, no se les reforzó (la seguridad)”.


Vadillo agregó que el entonces secretario de Seguridad le comentó que en el área de desplazamiento sobre carretera había elementos de la Policía Estatal, y que cuando uno de esos alcaldes “se movieran de un lugar a otro podrían solicitar que esos elementos se sumaran”.


Pero la legisladora cuestionó: “el tema es que de ahí a que llegan (los policías) al tramo carretero, es cuando suceden esos acentuamientos”.


En contraste, la legisladora priista criticó el excesivo dispositivo de seguridad a cargo de la Guardia Nacional al dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona, aunque no lo citó por su nombre, pero sí hizo referencia a él.


“Me genera un poco de inquietud saber que el dirigente estatal de un partido político, aquí en Guerrero, puede estar muy bien escoltado, cuando no maneja recursos, ni responsabilidades que pudieran justificar ese acompañamiento. Que lujo y que gusto que él si puede estar a salvo”, expuso con ironía.