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Ciudad de México, Noviembre 5.- ¿Has escuchado que las mujeres suelen vivir más que los hombres? No es suerte, es biología. La longevidad de las mujeres es un patrón persistente a nivel mundial, según la investigación a gran escala, liderada por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.


El estudio analizó más de mil especies para rastrear las raíces de esta disparidad. Sus hallazgos son definitivos: el organismo de las mujeres las prepara para vivir más tiempo que a los hombres, y la respuesta está grabada en la evolución.


Esta investigación, que ofrece la visión más profunda hasta la fecha sobre la longevidad en el reino animal, confirma algo que ves a diario: las hembras mamíferas, en promedio, viven un 13% más que los machos.


¿Por qué las mujeres viven más que los hombres?


La diferencia en la longevidad es, en gran medida, un producto de las estrategias reproductivas. Estas son las respuestas a las que llegó el estudio publicado en Science Advances:


En las especies como la humana, el sexo que dedica más esfuerzo a criar a la descendencia (a menudo las hembras en mamíferos) tiende a vivir más tiempo.

Esta longevidad extendida permite que las hembras sobrevivan hasta que sus crías sean independientes, lo que es una ventaja crucial en especies de vida larga, como los primates.


En el mundo de los mamíferos, la competencia por las parejas es intensa. Los machos a menudo mueren a edades más tempranas, en parte, por el esfuerzo y el riesgo que implica la lucha.


¿Cómo intervienen los cromosomas sexuales para que las mujeres vivan más que los hombres?


Existe una teoría que relaciona directamente la longevidad con los cromosomas sexuales, conocida como la hipótesis del sexo heterogamético:


Los dos cromosomas X de las mujeres funcionan como un «escudo» o un respaldo. Si un cromosoma X tiene una mutación dañina, el otro actúa como plan de rescate.


En contraste, los hombres tienen cromosomas X Y. Su estructura genética, conocida como sexo heterogamético, los hace más vulnerables a que una mutación dañina en el cromosoma X se exprese inmediatamente.


Sin embargo, esto no es una regla. Por ejemplo, en la mayoría de las aves, el patrón se invierte: los machos viven más. Esto es porque en la hembra es el sexo heterogamético.


Además, los científicos explican que los cromosomas son solo parte de esta crónica de la vida.


¿La brecha de longevidad es reversible con la medicina?


Te preguntarás si los avances médicos modernos pueden revertir esta programación evolutiva. La ciencia sugiere que, aunque el entorno mejora, la biología siempre se impone.


Evidencia de zoológicos: La diferencia de edad persiste incluso en entornos controlados y seguros, como los zoológicos, donde los riesgos ambientales son mínimos. Aunque la brecha se reduce en cautiverio, nunca desaparece.


Esto te demuestra que la duración de la vida está influenciada tanto por tus genes como por las condiciones externas. Una mejor atención médica puede reducir la diferencia entre hombres y mujeres, pero no la elimina por completo.
Las diferencias de longevidad están profundamente incrustadas en tu pasado evolutivo y, por lo tanto, es muy probable que persistan en el futuro.


Al final, la razón por la que tu abuela te acompaña más tiempo que tu abuelo no es una simple coincidencia, sino una historia escrita en los genes y dictada por las exigencias de los entornos cotidianos.