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Ciudad de México, Octubre 31.- La caspa es una afección frecuente del cuero cabelludo que causa escamas visibles y, en muchos casos, picazón persistente.

Sin embargo, ¿piensas que la caspa aparece solo por falta de higiene? En realidad, la temporada de frío también podría estar desencadenándola.


¿Por qué la caspa empeora en invierno?


Uno de los impactos más frecuentes del frío sobre el cabello es la deshidratación, las bajas temperaturas y la escasa humedad ambiental pueden provocar que tanto el cabello como el cuero cabelludo se resequen y, como resultado, se vuelvan más frágiles, indica la IMD .


En climas fríos, el aire tiende a ser más seco, lo que incrementa la pérdida de humedad en la piel y el cuero cabelludo.


Además del cabello, el cuero cabelludo se ve directamente afectado: la falta de humedad puede causar sequedad, irritación, picazón y descamación —lo que a menudo se identifica como caspa.


Este problema se vuelve más común en la temporada fría debido al aire seco y al uso frecuente de calefacción en interiores.


Los especialistas señalan que a combinación de baja humedad, temperaturas frías y calefacción interior altera la barrera cutánea del cuero cabelludo, favoreciendo la aparición de escamas.


En resumen: cuando bajan las temperaturas, el cuero cabelludo enfrenta un doble desafío —menos hidratación natural y más estrés ambiental— que facilita que aparezca o se agrave la caspa.


Cómo el ambiente frío y seco afecta el cuero cabelludo


Cuando la piel del cuero cabelludo pierde humedad, su barrera protectora se debilita. Esto provoca que las células muertas se acumulen y se desprendan en forma de escamas visibles.


Un estudio de International Journal of Biotechnology and Microbiology, encontró que la caspa seca (pityriasis sicca) es más común en invierno que en otras estaciones.


Por otro lado, la presencia de ciertos hongos —como Malassezia globosa— en el cuero cabelludo juega un papel clave. Este hongo se alimenta del sebo que produce el cuero cabelludo y genera subproductos que pueden irritar la piel, provocar inflamación y causar escamas.


Por tanto, no es solo que haga frío: el frío modifica las condiciones del cuero cabelludo y del ambiente, haciéndolo más vulnerable.


Aunque cualquiera puede desarrollar caspa, existen varios factores que incrementan su probabilidad, especialmente en invierno:


Edad: La caspa suele aparecer al inicio de la edad adulta y puede mantenerse hasta la mediana edad. Sin embargo, esto no significa que los adultos mayores estén exentos.


Sexo: Los hombres tienden a presentar caspa con mayor frecuencia que las mujeres.


Condiciones médicas: Enfermedades como el Parkinson y otros trastornos del sistema nervioso pueden elevar el riesgo de caspa. De igual forma, personas con un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, con VIH) también pueden tener mayor predisposición.


Estrés: La relación entre sistema inmunológico, estrés y caspa es apoyada por estudios que indican que mayor estrés puede afectar la barrera cutánea.

Hábitos y ambiente invernal: Lavado menos frecuente del cabello (porque hace frío o para “ahorrar” energía), uso de agua muy caliente, ambientes cerrados, gorros o bufandas que retienen calor y humedad pueden agravar la caspa.

Estos factores no actúan solos, pero en invierno se suman al reto de un cuero cabelludo que ya está más predispuesto a la irritación.

Tratamientos contra la caspa en invierno


Para tratar la caspa en temporada fría, los dermatólogos de Kids Health recomiendan:

Elige el champú correcto: Busca ingredientes activos como ácido salicílico, ketoconazol, piritiona de zinc o selenio. Estos activos combaten tanto el hongo Malassezia como la descamación


Duchas tibias: Aunque pueda ser reconfortante, el agua muy caliente puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, provocando sequedad y aumentando la descamación.


Evita rascarte: La caspa puede generar picazón, pero rascarse solo agrava la irritación y desprende más células muertas. En su lugar, presiona suavemente la zona que pica o aplica tratamientos calmantes.


Usa humidificadores en casa: El aire seco del invierno, sobre todo con calefacción, favorece que el cuero cabelludo pierda humedad. Un humidificador ayuda a mantener niveles adecuados de humedad y reduce la sequedad.

Accesorios transpirables: Cuando uses bufandas, gorros u otros accesorios, procura que sean de materiales que permitan la transpiración. Esto evita que el cuero cabelludo quede en un ambiente cálido más húmedo que favorece la proliferación de hongos.


La caspa no aparece únicamente por falta de higiene. En realidad, el frío, el aire seco, el uso de calefacción y los cambios en tu rutina capilar están diseñados para desafiar tu cuero cabelludo.

Al entender cómo el invierno afecta su higiene y salud, puedes adoptar medidas preventivas y correctivas que mantengan tu cuero cabelludo sano, sin escamas y con menos molestias.

Si notas que la caspa persiste, lo mejor es acudir con un dermatólogo para un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.