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Ciudad de México, Octubre 14.- En tiempos recientes, el factor de transferencia ha despertado un creciente interés dentro del ámbito médico por su potencial para influir en el funcionamiento del sistema inmunológico.
En el caso de México, el Transferón, desarrollado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), se presenta como una formulación institucional de este compuesto biológico, producida bajo estrictos estándares de calidad y control sanitario.
No obstante, la comunidad científica continúa debatiendo su verdadera eficacia clínica, ya que los estudios disponibles aún no ofrecen resultados concluyentes que respalden de manera sólida sus beneficios terapéuticos.
¿Qué es el factor de transferencia (DLE) y cómo se obtiene?
El factor de transferencia —también conocido como extracto dializable de leucocitos (DLE, por sus siglas en inglés) o transfer factor— es una mezcla de moléculas pequeñas (péptidos, posiblemente fragmentos de ARN, y otras) obtenidas de células inmunitarias disgregadas.
Una investigación publicada por Springer Nature describe estos productos como extractos celulares que pueden “transferir” información inmunitaria entre individuos.
El principio interesante —demostrado en modelos experimentales— es que esas moléculas peptídicas o fragmentos bioactivos podrían modular respuestas inmunes específicas (por ejemplo, reacciones de hipersensibilidad retardada o producción de citoquinas) y ayudar al sistema inmune a reconocer patógenos de forma más eficiente.
Sin embargo, hay un gran obstáculo: la composición molecular exacta del factor de transferencia no está completamente caracterizada ni estandarizada.
Diferentes lotes pueden contener mezclas distintas, lo cual complica su producción uniforme y la replicabilidad de los efectos.
En términos históricos, este concepto nació con experimentos clásicos de inmunología, como menciona un artículo de Academia Lab:
Henry Sherwood Lawrence y otros investigadores observaron que al “romper” células inmunes sensibilizadas y separar las partes pequeñas (menores de ciertos pesos moleculares), se podía transferir parcial memoria inmunológica, incluso sin células intactas.