Fernando Polanco Ochoa
Chilpancingo, Gro., Octubre 3.- El diputado Julián López Galeana, de Movimiento Ciudadano, propuso en el Congreso local impulsar una legislación específica para regular la actividad de los “franeleros” o “viene, viene”.
Así se les conoce o denomina comúnmente a las personas que se apropian o apartan lugares de la vía pública, por cuyo espacio cobran una cuota a los propietarios de vehículos para permitirles estacionarse.
De acuerdo con el legislador local, esa es una práctica recurrente y proliferante en Acapulco, el principal destino turístico de Guerrero, y se convirtió en un “problema social” y es necesario regularla.
En entrevista recordó que, por esa razón, en la sesión del miércoles ante el pleno del Congreso propuso un acuerdo parlamentario para exhortar a los alcaldes de Acapulco, Abelina López Rodríguez, y de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, a poner atención en ese tema.
Planteó que, con base a sus facultades legales, regulen a los “franeleros”, erradicando el abuso del apoderamiento de espacios públicos y el cobro de “cuotas indebidas” que afectan a los automovilistas por estacionarse en la vía pública.
Consideró que conductores se ven obligados a pagar la tarifa, pero no por voluntad, sino por temor a represalias o daños a sus unidades, y su propuesta fue turnada para su análisis a la Comisión de Transportes del Congreso Local.
Además, denunció que los “viene, viene” realizan esa actividad bajo los efectos de sustancias ilícitas, lo que incrementa la percepción de inseguridad, acompañado de cuotas que van desde los 35 hasta los 130 pesos en zonas urbanas.
López Galeana dijo también que ese problema se acentúa en festividades o temporadas vacacionales, cuando imponen cuotas excesivas y el apartado de espacios públicos “como si fueran privados”.
Señaló esa práctica que inició como una “alternativa de sobrevivencia” se convirtió en una conducta que impacta directamente en la movilidad, seguridad y tranquilidad de la ciudadanía, y se extendió a zonas comerciales, colonias populares y eventos masivos.
Pese a que la Ley de Transporte y Vialidad del Estado de Guerrero precisa que ninguna persona puede reservar, condicionar o lucrar con la vía pública, insistió en que la autoridad municipal dejó crecer ese problema.