La salud urológica suele pasar desapercibida, hasta que da señales de alerta. Según la Asociación Española de Urología, cerca del 25% de los hombres mayores de 40 años presenta algún tipo de trastorno urológico, desde problemas de próstata hasta infecciones urinarias recurrentes. 

Lo preocupante es que muchos lo descubren tarde, cuando los síntomas ya afectan su calidad de vida. Aunque algunos cambios son parte natural del envejecimiento, otros pueden prevenirse o tratarse de forma temprana si se reconocen a tiempo. 

Por eso, contar con lo mejor en urología con Buscamed, tu farmacia online es una excelente opción para acceder a productos y complementos que apoyen la salud masculina, siempre con respaldo profesional. Los especialistas coinciden en que una atención temprana puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una intervención más compleja.

Los trastornos más comunes a partir de los 40

A partir de la cuarta década, el sistema urinario masculino comienza a experimentar cambios que pueden dar lugar a diversas afecciones. Entre las más habituales se encuentran:

Hiperplasia benigna de próstata (HBP)

Es el agrandamiento no canceroso de la próstata. Provoca dificultad para orinar, flujo débil o necesidad frecuente de ir al baño, sobre todo por la noche. Aunque no es grave, puede afectar de forma significativa la calidad de vida. En algunos casos, un tratamiento médico puede controlar los síntomas y evitar complicaciones.

Infecciones urinarias

Si bien son más comunes en mujeres, los hombres también pueden padecerlas, especialmente cuando hay problemas de vaciado completo de la vejiga. 

Los síntomas incluyen dolor o escozor al orinar, sensación de presión en la parte baja del abdomen y, en casos más graves, fiebre. Un diagnóstico temprano evita que la infección se extienda a los riñones.

Cálculos urinarios

Los famosos “cálculos renales” o piedras pueden aparecer por deshidratación o exceso de ciertos minerales. Causan dolor intenso, y en algunos casos, fiebre y sangre en la orina. Mantener una buena hidratación y moderar el consumo de sal y proteínas animales ayuda a prevenirlos.

Disfunción eréctil

No siempre es solo un problema sexual: puede ser un indicador de enfermedades cardiovasculares, diabetes o alteraciones hormonales, que afectan la circulación sanguínea. Un urólogo puede determinar si la causa es física, psicológica o una combinación de ambas.

Factores de riesgo que no debes ignorar

Edad: el riesgo aumenta de manera natural a medida que se envejece.

Estilo de vida: el sedentarismo, el tabaquismo y una dieta alta en grasas saturadas incrementan las probabilidades.

Antecedentes familiares: si hay historial de problemas prostáticos o renales, las revisiones deben ser más frecuentes.

Enfermedades crónicas: hipertensión, diabetes o sobrepeso pueden predisponer a complicaciones urológicas.

Bajo consumo de agua: una ingesta insuficiente de líquidos favorece la formación de cálculos y la aparición de infecciones.

Prevención: el mejor tratamiento

Cuidar la salud urológica no se trata solo de reaccionar ante un síntoma, sino de adoptar hábitos que reduzcan el riesgo:

  • Mantener una hidratación adecuada (entre 1,5 y 2 litros de agua diarios).
  • Seguir una dieta rica en frutas, verduras y fibra para favorecer la salud renal y prostática.
  • Realizar ejercicio físico regular para mejorar la circulación y el metabolismo.
  • Limitar el consumo de alcohol y cafeína, que pueden irritar la vejiga.
  • Reducir la sal en las comidas, ya que su exceso puede favorecer cálculos renales.
  • Someterse a revisiones urológicas periódicas a partir de los 40, incluso si no hay síntomas.

Los chequeos médicos anuales son una inversión a largo plazo: permiten detectar cambios en la próstata, alteraciones en el flujo urinario o cualquier signo que requiera seguimiento.

Cuándo acudir al especialista

No se debe esperar a que los síntomas sean intensos. Es recomendable pedir cita con un urólogo si se presentan:

Dolor o ardor al orinar.

Sangre en la orina o el semen.

Cambios en la frecuencia urinaria.

Dolor en la zona lumbar o en el bajo abdomen.

Disfunción eréctil persistente.

Pérdida de peso inexplicable o cansancio excesivo acompañado de molestias urinarias.

En estos casos, contar con un especialista es fundamental para un diagnóstico rápido y un tratamiento eficaz.

Cuidarse hoy para evitar complicaciones mañana

La salud urológica masculina no debería ser un tema tabú. Detectar y tratar a tiempo cualquier alteración no sólo mejora la calidad de vida, sino que puede prevenir problemas mayores en el futuro. 

Tomarse el tiempo para una revisión médica y mantener hábitos saludables es una decisión que repercute directamente en el bienestar y la autonomía en la madurez.