A Tiempo

Ago 13, 2025

El libro del centenario

Por: Teodoro Rentería Arróyave

PRIMERA PARTE

Siempre he creído en “la suerte del reportero”, ello me ha permitido ganar en mi vida profesional no pocas primicias, como ahora presentar con foto y todo, el libro “CENTENARIO” de nuestra insigne Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG, de la Universidad Nacional Autónoma de México, “voces, territorios y memorias”, cuyas editoras son la presidenta de nuestra insigne cofradía, doctora Elizabeh Rembis Rubio y la directora del Centro de Estudios de la Mujer de la propia mencionada institución cultural.


Este libro conmemorativo, reúne las semblanzas de quienes, con su saber y vocación han dado vida a la institución, honra la memoria viva de México a través de la palabra y la trayectoria de sus académicos.


Empecemos con la respetada cofrade, Beatriz Saavedra Gastélum, quien es una escritora, académica, investigadora, conferencista y poeta mexicana, tiene dos maestrías cursadas en España y se le han otorgado tres Doctorados Honoris Causa, a la fecha tiene 26 libros de poesía publicados y tres libros de ensayo, su obra ha sido incluida en un gran número de antologías, revistas y periódicos nacionales e internacionales, sus poemas se han traducido a más de 10 idiomas.


Ha recibido múltiples reconocimientos, los más recientes son: la medalla Pavlovich Korolev en Rusia 2023, Premio internacional de literatura Alejandra Pizarnik España 2024, premio: Il Canto di Dafne en Italia 2024, premio México de Periodismo 2024 y premio internacional de literatura erótica Anaïs Nin, España 2025, es columnista del Diario de Madrid y del periódico El Capitalino en México.


Tiene en el Instituto Mexicano de la Radio, IMER, el programa “Mujeres a la Tribuna”. Dirige ciclos, conferencias y talleres en La Capilla Alfonsina, INBAL, en el Museo de la Mujer de la UNAM, en el Ateneo Español y en la Academia de Historia, es presidenta de la Academia Nacional de perspectiva de género de la Legión de Honor Nacional de México y Directora del centro de estudios de la Mujer y del Festival Internacional La Mujer en las Letras de la ANHG. Ha publicado más de veinte libros de poesía y varios ensayos.


La siguiente es una entrevista, en la cual nos ahorramos las preguntas, para dar preferencia a su pensamiento: “Mi escritura poética y ensayística, afirma, dialogan desde un territorio donde las influencias, más que lineales o estrictamente documentadas, se viven como resonancias que a veces son conscientes y otras veces se revelan sólo después de haber escrito.


Coincido con Umberto Eco cuando plantea que las conexiones entre autores pueden ser directas, inconscientes, fruto de un espíritu común o incluso accidentales. En mi caso, la voz poética se nutre de intuiciones, imágenes y emociones que parecen emerger de un sustrato compartido con otras voces de la tradición; mientras que la voz ensayística busca desentrañar, pensar y dialogar con esas mismas corrientes, ya sea que provengan de una lectura directa o de una afinidad que simplemente “estaba en el aire”.


Creo que ese diálogo entre poesía y ensayo no busca una jerarquía, sino un entrelazamiento: la poesía encarna y sugiere; el ensayo reflexiona y construye sentido. Ambas voces, en el fondo, se encuentran en una misma búsqueda: la de entender, a través de la palabra, el misterio de la experiencia humana.


Mi poesía está sostenida por un trasfondo filosófico que nace, en gran medida, de la idea orteguiana de que vivimos desde nuestras creencias más profundas, esas que no pensamos, porque son parte constitutiva de lo que somos. En mi escritura, esas creencias -propias y colectivas- dialogan con la circunstancia, con aquello que Ortega llama prágmata: todo lo que nos rodea y que, lejos de ser “cosas” aisladas, son ayudas u obstáculos en el desarrollo de nuestro proyecto vital.


En ese sentido, las corrientes que más han marcado mi poesía son aquellas que interrogan la relación entre el ser humano, su tiempo y su mundo. Entre mis influencias están Hannah Arendt, con su reflexión sobre la acción y la memoria; María Zambrano, con su razón poética que ilumina la experiencia interior; y Anna Ajmátova, cuya palabra encarna la resistencia y la lucidez en medio de la adversidad. Todas ellas me han enseñado que la poesía no sólo nombra, sino que también interpreta y salva la circunstancia, recuperando así al individuo auténtico y original.


El contacto con otras culturas y lenguas ha ampliado mi conciencia de que la poesía es, en esencia, un diálogo entre memorias. Cada lengua guarda su propia historia, su propio modo de mirar el mundo, y al entrar en contacto con ellas, mi escritura se ha visto enriquecida por matices y resonancias que trascienden lo puramente individual.


Para mí, la poesía es un espacio donde la memoria personal se entreteje con la memoria colectiva, y donde la historia -no sólo la que se aprende en los libros, sino la que permanece en las voces, en los gestos, en los silencios- encuentra nuevas formas de manifestarse. Esa interacción con lo diverso me revela que escribir poesía es también un acto de traducción: traducir la experiencia humana al lenguaje, sabiendo que toda palabra está habitada por el tiempo y por la historia que la precede.


En mi visión, la memoria, el cuerpo y el lenguaje son tres dimensiones inseparables de lo humano, que se influyen mutuamente y se sostienen en un equilibrio dinámico. Siguiendo a Ortega, entiendo que gran parte de nuestra existencia se sostiene en una “vida automática” heredada de la colectividad, y que sólo en ese espacio residual de energía libre podemos proyectar una vida personal, auténtica.


La memoria -tanto individual como colectiva- es el archivo desde el que elegimos y construimos ese proyecto; el cuerpo es el lugar donde esa memoria se encarna, donde la historia y la experiencia se vuelven materia sensible; y el lenguaje es el puente que nos permite volver consciente esa experiencia, compartirla, transformarla. En literatura, estos tres elementos convergen para mostrar que el ser humano está siempre obligado a elegir- a decir, a recordar, a actuar- dentro de los límites de su circunstancia, pero con la posibilidad, aunque breve, de convertir esas elecciones en revelaciones de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser. CONTINUARÁ.


Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional, Académico de Número y director de Comunicación de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y el portal: www.irradianoticias.com