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Ciudad de México, El Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) vivió una de sus jornadas más caóticas tras las intensas lluvias del domingo 10 de agosto.


El fenómeno meteorológico provocó inundaciones en pistas y terminales, largas filas en todas las zonas de documentación y espera, y la suspensión de despegues y aterrizajes que ha durado más de cuatro horas.


Centenares de rutas resultaron canceladas o retrasadas y miles de pasajeros quedaron varados, mientras videos e imágenes del caos inundaban redes sociales, principalmente de las terminales 1 y 2.


Las grabaciones exhiben charcos profundos que afectan salas de espera, pasillos y zonas cercanas a los mostradores de aerolíneas. Pisos resbaladizos, visibilidad reducida y dificultad para desplazarse fueron riesgos permanentes tanto para usuarios como para empleados aeroportuarios, que han trabajado al límite para evitar accidentes y mantener las operaciones mínimas posibles.


El agua se coló por filtraciones y sistemas de drenaje saturados. Equipos electrónicos y dispositivos de comunicación sufrieron daños por la humedad, lo que complicó la coordinación entre aerolíneas y las distintas áreas de control. Hay reportes de viajeros que documentan afectaciones directas en su equipaje y retrasos en los servicios básicos dentro del aeropuerto.


La inundación ralentizó o detuvo casi todos los procesos. Pasajeros reportaron que las filas para los mostradores de facturación y los controles de seguridad superaron fácilmente las dos horas de espera.

Algunas personas, tras intentar sin éxito abordar sus vuelos, optaron por abandonar la terminal y buscar alternativas, mientras que otros permanecieron en espera sin certeza sobre el restablecimiento de operaciones.


La congestión se trasladó también al exterior. Las principales avenidas de acceso —Circuito Interior, Bulevar Puerto Aéreo y Eje 1 Norte— presentaron tráfico detenido, inundaciones y la imposibilidad de entrar o salir del aeropuerto en vehículo o a pie. Autobuses y taxis suspendieron servicio por imposibilidad de maniobra. Empleados reportaron estar varados y sin relevos, lo mismo que familiares de pasajeros que no pudieron ingresar para recogerlos.


Cancelaciones, desinformación y molestia generalizada
El cierre de operaciones del AICM se comunicó oficialmente en redes sociales a las 20:53 horas. La dirección del aeropuerto atribuyó la suspensión de vuelos y la operación limitada a la escasa visibilidad y a la urgente necesidad de garantizar la seguridad operacional.


Diversas aerolíneas, mediante mensajes y comunicados, informaron reprogramaciones masivas y cancelaciones en rutas de corto y mediano alcance.


Los tableros electrónicos reportaron cancelaciones en vuelos nacionales e internacionales, incluidas salidas hacia Bogotá, Cancún, Punta Cana, Cairo y Monterrey.


En foros y redes, usuarios reclamaron la falta de información oportuna por parte de las aerolíneas y el aeropuerto, relatando horas de espera, filas interminables, incertidumbre y ausencia de personal que informara sobre alternativas. “Es increíble que, a menos de un año del Mundial, demos esta imagen a los turistas”, publicó una viajera en X.


Otros pasajeros lamentaron que la infraestructura colapse ante lluvias aun cuando es temporada alta. Las quejas se centraron también en la falta de inversión en mantenimiento y drenaje que, según especialistas, ha evidenciado una vez más su insuficiencia para resistir tormentas.