Por: Servicios AINI


Rusia, Agosto 6.- El expresidente ruso, Dmitry Medvedev, culpó ayer a los países miembros de la OTAN por la ruptura de la moratoria que impedía el despliegue de misiles nucleares de corto y mediano alcance. A través de su cuenta en la red social X, Medvedev justificó la decisión del Kremlin como una respuesta directa a lo que calificó como una política “antirrusa” de la alianza atlántica. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia confirmó el fin de la restricción, vigente desde la salida de Estados Unidos del Tratado INF en 2019.


Medvedev, actualmente vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, afirmó que esta decisión marca “una nueva realidad” que Occidente deberá afrontar, y advirtió sobre la adopción de nuevas medidas. Aunque no ofreció detalles adicionales, sus declaraciones se suman a un contexto de creciente fricción con Washington, donde ha sostenido un intercambio de declaraciones con el presidente estadounidense Donald Trump, particularmente en temas vinculados al conflicto en Ucrania.


El Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), firmado en 1987 entre Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, fue un acuerdo clave en la Guerra Fría que eliminó una categoría completa de misiles lanzados desde tierra con rangos entre 500 y 5,500 kilómetros. Desde su colapso, las dos potencias se han acusado mutuamente de incumplimientos, pero hasta ahora Moscú mantenía una postura de no despliegue unilateral mientras Estados Unidos hiciera lo mismo. Esa postura cambió oficialmente ayer.


En diciembre pasado, el ministro ruso Sergei Lavrov ya había anticipado que Moscú respondería a lo que llamó “acciones desestabilizadoras” de Washington y la OTAN, incluyendo el despliegue de misiles en Europa y Asia-Pacífico. Rusia argumenta que estas acciones eliminan las condiciones necesarias para mantener la moratoria. Esta ruptura reaviva temores sobre una nueva carrera armamentista.
El Dato: El presidente ruso Vladimir Putin no ha dado señales públicas de ceder a la presión internacional, mientras que el gobierno indio reiteró que seguirá comprando petróleo ruso.


A los señalamientos de Medvedev, Trump respondió el viernes pasado con el despliegue de dos submarinos nucleares hacia lo que llamó “regiones apropiadas”, una medida que escaló el tono bélico entre ambas potencias.

Denunció que Rusia representa un riesgo latente de guerra entre naciones con capacidad nuclear. Mientras tanto, Donald Trump volvió a intensificar las tensiones comerciales al amenazar con aumentar los aranceles a las importaciones procedentes de India, debido a sus persistentes compras de petróleo ruso.

En una publicación difundida en redes sociales, Trump acusó a Nueva Delhi de revender crudo ruso con “enormes ganancias” mientras ignora el costo humano de la guerra en Ucrania. El mandatario estadounidense anunció que implementará nuevos aranceles a partir del viernes si Rusia no modifica su postura frente al conflicto.

El Ministerio de Asuntos Exteriores indio calificó estas acusaciones como “injustificadas” y defendió su política energética, señaló que las compras responden a una necesidad generada por el redireccionamiento de suministros tras la invasión rusa. India, principal comprador de crudo ruso transportado por mar, ha importado 1.75 millones de barriles diarios entre enero y junio, un 1% más que en el mismo periodo del año anterior.