Por: Servicios AINI
Ciudad de México, Agosto 4.- El músico y creador Benn Jordan documentó en YouTube un experimento inédito: almacenó y recuperó datos digitales a través del canto de un estornino europeo, marcando lo que podría ser el primer caso conocido de almacenamiento biológico de datos visuales en un animal vivo.
La imagen elegida fue un dibujo lineal simple de un pájaro en formato PNG, que Jordan convirtió en una forma de onda utilizando un sintetizador espectral.
El archivo visual fue transformado en frecuencias de sonido que luego fueron reproducidas como audio para que el estornino pudiera escucharlas y eventualmente aprenderlas.
Tras semanas de grabaciones y entrenamiento, Jordan detectó entre las vocalizaciones del estornino un patrón sonoro que coincidía con la imagen original, lo que permitió decodificar el canto del ave de vuelta en datos visuales, recuperando así el archivo almacenado.
“Encontré mi dibujo de un pájaro dentro del canto de un pájaro real”, relató Jordan en su canal.
El archivo almacenado equivalía a 176 kilobytes sin comprimir, y su decodificación se logró analizando «muchos gigabytes» de grabaciones de audio captadas con micrófonos especializados.
El estornino utilizado fue un ave rescatada y criada a mano desde temprana edad, lo que facilitó su aprendizaje auditivo. Los estorninos europeos son considerados uno de los aprendices vocales más avanzados del reino animal, capaces de imitar ruidos mecánicos, voz humana y llamadas de otras especies.
Este tipo de aves tiene una siringe altamente desarrollada y una capacidad cerebral que les permite almacenar y replicar múltiples patrones de audio, lo que las hace candidatas únicas para experimentos como este. En estado salvaje, un estornino puede aprender hasta 20 cantos distintos de especies ajenas, con una precisión notable.
Estudios publicados en Science respaldan la conexión entre el aprendizaje vocal y el desarrollo cognitivo en aves como los estorninos, lo que sugiere que podrían tener un potencial aún no explorado para procesar información digital en formas no tradicionales.
¿Cuáles son las limitaciones y complejidades del experimento?
Aunque el resultado fue exitoso, las limitaciones son evidentes. El canto del estornino resultó entre 50 y 60 Hz más bajo que la frecuencia original, y la recuperación del archivo requirió horas de revisión manual con herramientas de análisis espectral.
En comparación, un SSD convencional (SATA 3) puede alcanzar velocidades de escritura de 500 MB/s, mientras que este método biológico fue lento, dependiente de entrenamiento intensivo, y sin garantía de que el «medio de almacenamiento» —en este caso, un pájaro— no escape volando.
Jordan lo reconoce como una prueba de concepto más artística que práctica, aunque significativa desde el punto de vista del potencial biológico:
“No se trata de reemplazar discos duros con estorninos, sino de expandir lo que entendemos por memoria y codificación”, explicó.
El experimento fue posible gracias al uso de software especializado, micrófonos ultrasónicos y espectrogramas que permitieron visualizar el canto del ave como imagen.