Israel Salgado Urióstegui
Iguala, Gro., Durante este periodo vacacional de verano, se estima que el número de visitantes a Guerrero, especialmente a Acapulco, se reducirá considerablemente, al menos en un 30 por ciento.


Así lo consideró Jesús María Flores Botello, presidente de la Unión de Usuarios de la Autopista Iguala–Amacuzac, cuyos integrantes se manifestaron la semana pasada en las inmediaciones de la plaza de cobro de Iguala, en demanda de que se les otorgue el sistema de pago IAVE.


El mayor impacto, señaló, se debe al mal estado de las carreteras y al cobro por utilizarlas, lo que afecta gravemente la economía del turismo nacional y aplaza aún más la recuperación de Acapulco tras el paso del huracán Otis.


«Es un golpe para el turismo que visita el puerto de Acapulco, cuya recuperación aún está en proceso. Acapulco no se ha recuperado del daño que dejó el huracán Otis», expresó.


Flores Botello agregó que el cobro en las casetas rumbo a Acapulco, además de afectar al turismo, es violatorio de los artículos 73 y 86 de la Constitución.


De acuerdo con estos preceptos legales, el Estado está obligado a proteger la economía y fomentar el desarrollo de todos los mexicanos. Por ello, si el puerto de Acapulco se encuentra en proceso de recuperación tras dos eventos catastróficos, es responsabilidad del Gobierno Federal evitar medidas que afecten la economía, no solo de Acapulco, sino también de Coyuca de Benítez, Zihuatanejo y la región de Tierra Caliente en Guerrero, zonas que también fueron golpeadas por los huracanes.