DÍA MUNDIAL DEL JUEGO, 2025

Por: Alejandra Salgado Romero

“El juego no es solo una cosa más que hacer, es otra forma de hacer las cosas. Desde la capacidad cognitiva hasta las habilidades comunicativas, pasando por la mejora de la salud mental y la resiliencia emocional, el juego proporciona a los niños y a las niñas las bases que necesitan para sobrevivir y prosperar, y para construir un futuro mejor.”

Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Se ha demostrado que niñas y niños aprenden mejor jugando. El juego proporciona valiosas oportunidades de aprendizaje en todos los ámbitos del desarrollo: intelectual, social, emocional y físico. A través del juego, las y los niños aprenden a forjar vínculos con los/as demás, a desarrollar una amplia gama de habilidades de liderazgo, a desarrollar la resiliencia, a navegar en sus relaciones y afrontar los obstáculos sociales, así como a vencer sus miedos, ya que cuando las y los niños juegan, se sienten seguros/as… por medio del juego, dan sentido al mundo que les rodea. En términos generales, según la ONU, “el juego proporciona una plataforma para que la infancia se exprese y desarrolle su imaginación y creatividad, que son aptitudes fundamentales para el mundo tecnológico e innovador en el que vivimos”.

Las interacciones lúdicas contribuyen al bienestar y la salud mental de progenitores, cuidadores y menores.Según especialistas, el juego es mucho más que una simple diversión, constituye un lenguaje universal que une a personas de todas las edades, sin importar su origen o condición social, fomentando, además, cualidades como la resiliencia, la creatividad y la innovación. Para niñas y niños, resulta una herramienta esencial para construir relaciones, superar traumas y resolver problemas, ya que a través del juego, las y los pequeños desarrollan habilidades cognitivas, físicas, creativas, sociales y emocionales, fundamentales para enfrentar los constantes cambios, característicos en la actualidad.
El juego es un elemento fundamental en el desarrollo infantil, el aprendizaje y la construcción de prácticas ciudadanas, mediante la adquisición de diversas habilidades. También promueve la tolerancia, la resiliencia y la inclusión social, contribuyendo a la prevención de conflictos y al fomento de la paz. En lo que se refiere al ámbito educativo, se ha comprobado que el aprendizaje basado en el juego es una estrategia eficaz para involucrar activamente a las y los estudiantes, haciendo que el aprendizaje sea más placentero y relevante, lo cual mejora la motivación y la retención de la información. Por todo lo anterior y reconociendo su importancia, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño establece el juego como un derecho fundamental en su artículo 31, que a la letra dice “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
Basándose en lo arriba expresado, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) decidió proclamar oficialmente el Día Mundial del Juego a celebrar todos los años el 11 de junio, a través de su Resolución A/78/L.53 y el lema del Día Mundial del Juego en 2025 es “Elije jugar todos los días”, mediante el que la ONU quiere destacar la importancia de jugar, y nos invita a todos y todas a tomar decisiones que favorezcan dar prioridad al juego de los niños y las niñas y también para los adultos, porque jugar no es otra cosa más que hacer; sino una forma de hacer las cosas.
Existen datos muy importantes y reveladores, que demuestran la fundamental importancia del juego, entre los que destacan: En la actualidad, el 71% de las y los niños afirma que el juego es importante porque les hace felices, y el 58% dice que les ayuda a hacer amigos/as y pasarlo bien con los/as demás, además, se calcula que 160 millones de niños y niñas de todo el mundo trabajan en lugar de jugar o aprende y sólo uno de cada cuatro niños/as juega regularmente en la calle, en comparación con la generación de sus abuelos/as, en la que casi tres cuartas partes de los/as menores afirmaban jugar al aire libre varias veces a la semana, y por último, a un 41% de los niños y niñas, sus padres, madres u otros adultos, como sus vecinos/as, les han pedido alguna vez que dejen de jugar en la calle.
Algunos de los beneficios que se ha demostrado, se pueden obtener a través del juego, son: Algunos de los beneficios del juego son los siguientes: a) Fomenta la inteligencia, la curiosidad, la socialización, el compromiso, la creatividad y la afectividad; b) Favorece el desarrollo de las funciones cognitivas superiores (pensar, leer, razonar, recordar), psíquico, motriz y físico (coordinación, balance y habilidades motoras); c) Fomenta el manejo de emociones tales como el miedo, el enojo, la frustración y la agresividad; d) Favorece las habilidades de negociación en las dinámicas de grupo, el compromiso, la empatía y la comprensión; e) Contribuye al desarrollo del razonamiento científico y matemático, autocontrol y lenguaje; f) Ayuda a sobrellevar situaciones de estrés, ansiedad y adversidad; g) Ayuda al manejo de la depresión; y h) Es una herramienta de aprendizaje para el desarrollo de habilidades críticas.
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alejandra.salgado.esdafzk@gmail.com.

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